Procedimientos para tratar una lesión de pie sin ser un experto
El pie es la extremidad inferior de la pierna que inicia en el tobillo y se extiende hasta los dedos; forma parte del sistema anatómico que nos permite andar y mantenernos de pie.
Tener una lesión de pie puede ocasionar una inmovilidad parcial o total por un lapso indefinido de tiempo.
A continuación conocerás las lesiones más comunes y los remedios caseros para aliviar estas dolencias sin ser un experto.
Lesiones de pie
Fascitis plantar: su síntoma principal es el dolor en la planta del pie, algunas veces acompañado de inflamación y enrojecimiento de la zona. Es una lesión muy común en los deportistas.
Juanetes (hallux valgus): produce dolor muy agudo en el dedo gordo, especialmente al contacto con el calzado.
Espolones: ocasiona un dolor muy intenso en el talón, que limita el caminar adecuadamente, obligando al paciente a cojear para evitar el contacto del talón con cualquier superficie.
Esguince: es una torcedura que produce un desplazamiento momentáneo de una articulación del tobillo; ocasionando un dolor agudo intenso, edema de la zona y probable coloración oscura del área por rompimiento de vasos vasculares asociados al tejido afectado.
Hiperqueratosis por fricción: son callos y durezas causados por fricción o presión constante sobre estructuras óseas prominentes del pie, generalmente los metatarsianos.
Remedios Caseros
Aunque existen tratamientos quirúrgicos para la solución definitiva de algunas de estas lesiones, es conveniente conocer algunas alternativas caseras para el alivio de los síntomas.
Calmar el dolor, reducir la infamación, recuperar la movilidad, disipar los hematomas, reducir las hiperqueratosis y evitar afectar otras estructuras óseas por “malas pisadas” es posible aunque no seas un experto podólogo.
Para reducir la inflamación utiliza la aplicación de frio sobre la zona afectada; puedes hacerlo colocando compresas sobre el área inflamada o aplicando bolsas pequeñas de hielo sobre la misma.
El hielo ayudará a reducir también el dolor mediante un efecto anestésico momentáneo; que irá aumentando en duración a medida que disminuya la inflamación.
En el caso de la lesión articular de un tobillo, es primordial mantener elevado el pie, para evitar el fuerte dolor, disminuir el edema y favorecer la recuperación de la articulación afectada al no someterla a esfuerzos.
Para la Fascitis plantar masajea la planta del pie con cremas o lociones o pomadas antiinflamatorias y preferiblemente mentoladas, haciendo movimientos de estiramiento del sistema plantar.
Un tratamiento casero muy común y es efectivo es hacer ejercicios de rodamiento, con la planta del pie descalzo de un objeto cilíndrico.
Para los espolones calcáneos se aconsejan los ejercicios de estiramientos ya indicados además de una terapia con plantas medicinales.
Las plantas medicinales a utilizar serán todas aquellas con propiedades depurativas y diuréticas que coadyuvan al organismo a eliminar las toxinas que se depositan en el organismo en forma de calcificaciones.
La cola de caballo, él té verde, la manzanilla, el diente de león y el boldo son plantas apropiadas para tomar infusiones si se sufre de espolones.
Para los callos, nada mejor que al llegar a casa y retirar tus zapatos introducir tus pies en un recipiente con agua tibia, sal marina y finas hierbas aromáticas, disminuirá el dolor y será el momento apropiado para utilizar la piedra pómez.
Pasar la piedra pómez por tus pies permitirá limar las asperezas y callosidades que molestan tu andar.
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