En un reciente desarrollo que ha capturado la atención de la comunidad internacional, imágenes satelitales revelan un significativo aumento de la presencia militar venezolana cerca de su disputada frontera con Guyana. Este movimiento se produce a pesar de los compromisos previos de Caracas de buscar soluciones diplomáticas para la histórica controversia territorial sobre la región del Esequibo.

Las fotografías, cortesía de Maxar y recogidas en enero, muestran una notable expansión en la base militar situada en la isla Anacoco de Venezuela, en la ribera del río Cuyuni que sirve de frontera con Guyana. Se observa una deforestación reciente en áreas de selva tropical y la construcción de nuevas infraestructuras, incluyendo la presencia de vehículos blindados y mejoras en las vías de acceso. A pesar de que la pista de aterrizaje no muestra cambios aparentes, la presencia de un helicóptero sugiere un fortalecimiento de las capacidades militares en la zona.

Ante estos desarrollos, el ejército venezolano ha manifestado su intención de mejorar el sistema de respuesta de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) en esta estratégica zona fronteriza. A través de mensajes en redes sociales, se ha enfatizado el objetivo de repeler cualquier amenaza contra la República, señalando la participación activa de la Brigada Blindada 11 y el Cuerpo de Ingenieros del 6° Ejército de Venezuela en estas operaciones.

La región del Esequibo, rica en recursos naturales, ha sido objeto de una larga disputa entre Venezuela y Guyana. La tensión se ha intensificado recientemente, especialmente tras el anuncio de la gigante petrolera ExxonMobil sobre el inicio de perforaciones en aguas en disputa, lo que ha provocado una respuesta firme por parte del gobierno venezolano.

A pesar de la escalada militar, ambos países alcanzaron un acuerdo el 15 de diciembre para evitar una escalada del conflicto y resolver la disputa de manera pacífica. En este acuerdo, se comprometieron a no amenazarse ni usar la fuerza y a abstenerse de cualquier acción que pueda intensificar el conflicto. Sin embargo, la reciente militarización de la frontera plantea preguntas sobre el futuro de este compromiso.

La comunidad internacional, particularmente organismos como el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), sigue de cerca estos desarrollos. La situación en la frontera entre Venezuela y Guyana no solo tiene implicaciones para la estabilidad regional sino también para el acceso y control de recursos naturales estratégicos en la región.

La expansión militar de Venezuela en la frontera con Guyana introduce una nueva variable en la ya complicada disputa por el Esequibo. Aunque el acuerdo de no escalada sigue en pie, los movimientos recientes subrayan la importancia de una solución diplomática duradera que asegure la paz y el respeto mutuo entre las naciones. La resolución de este conflicto territorial no solo es crucial para los países involucrados sino también para el equilibrio geopolítico en América Latina.

En este contexto, el mundo observa atentamente, esperando que la diplomacia prevalezca sobre la demostración de fuerza, y que el diálogo constructivo marque el camino hacia una solución pacífica y justa para ambas partes. La región del Esequibo, con su riqueza natural y estratégica ubicación, merece ser un puente para la cooperación, no un punto de conflicto.