El Observatorio Vera C. Rubin, situado sobre el cerro Pachón en Chile, está a punto de marcar un hito en la astronomía con la incorporación de la cámara digital más grande del mundo a un telescopio en construcción. Esta cámara, comparable en tamaño a un vehículo para cuatro personas y con un peso de 2,8 toneladas, promete expandir enormemente nuestras capacidades para explorar el universo.

Fabricada en California y con un coste aproximado de 800 millones de dólares, la cámara empezará a operar en el primer semestre de 2025. Su capacidad para realizar un barrido completo del cielo cada tres días permitirá a los científicos profundizar en el estudio de millones de estrellas simultáneamente, marcando un cambio de paradigma en la astronomía.

El telescopio, con un espejo de 8,4 metros de diámetro, ha requerido un transporte especial, incluyendo la retirada de señales de tránsito para su paso. Este proyecto posiciona a Chile, con los cielos más limpios del planeta, como un líder en la observación astronómica. En su territorio se encuentran ya un tercio de los telescopios más potentes del mundo.

En 10 años, se espera que el proyecto LSST (Large Synoptic Survey Telescope) haya recopilado datos de 20 millones de galaxias, 17 mil millones de estrellas y seis millones de objetos espaciales. La cámara de 3.200 megapíxeles, tres veces más potente que la actual cámara más poderosa del mundo, permitirá capturas de imágenes con una resolución tan alta que se necesitarían más de 300 televisores de alta definición para visualizar una sola de ellas.

Este avance supone un gran salto desde el primer telescopio de 40 centímetros que llegó a Chile hace más de 60 años. El observatorio Vera C. Rubin, nombrado en honor a la astrónoma que descubrió la materia oscura, se suma a otros grandes centros de estudios astronómicos en el país, aprovechando las condiciones ideales de los desiertos en el norte de Chile para la observación del cosmos.

---

El nombramiento de Ricardo Gareca como director técnico del equipo nacional de fútbol de Chile ha generado un aire de controversia en Perú. Gareca, conocido por su trayectoria y habilidades como entrenador, llevó anteriormente al equipo peruano a logros significativos, incluyendo su participación en la Copa del Mundo. Su cambio de equipo a Chile, un rival futbolístico tradicional de Perú, ha sido motivo de discusión y polémica entre los aficionados y expertos en fútbol.

Este movimiento representa un desafío tanto para Gareca como para el equipo chileno, ya que se espera que aporte su experiencia y conocimientos para mejorar el desempeño del equipo en competiciones internacionales. La expectativa está en ver cómo Gareca adapta su enfoque y estrategia al contexto y jugadores chilenos, y si logra replicar el éxito que tuvo con el equipo peruano.

La decisión ha resonado no solo en los círculos deportivos, sino también entre los fanáticos del fútbol en ambas naciones, destacando la rivalidad y la pasión que genera el fútbol en Sudamérica. Este acontecimiento añade un nuevo capítulo a la ya intensa rivalidad futbolística entre Chile y Perú, prometiendo partidos emocionantes y altamente competitivos en el futuro.