En medio de un escenario de alerta sanitaria, el Perú enfrenta el desafío de aumentar sus tasas de vacunación contra el sarampión, una de las enfermedades virales más contagiosas conocidas por la medicina. La infectóloga pediatra Theresa Ochoa ha lanzado una advertencia crucial: un 95 % de la población peruana debería estar ya vacunada para evitar la propagación de esta enfermedad. Esta recomendación llega en un momento crítico, tras la confirmación de dos casos de sarampión en el país, marcando la reaparición de un adversario que se creía bajo control.

El sarampión no es un enemigo a subestimar. Su alta contagiosidad lo convierte en una amenaza latente que solo puede ser contenida a través de una cobertura de vacunación efectiva y amplia. Ochoa subraya la importancia de la vacunación como el principal mecanismo de defensa contra esta enfermedad. La estrategia es clara: alcanzar y mantener una cobertura de vacunación que supere el 95 % de la población. Esta medida no solo protege a los individuos vacunados sino que también crea un efecto de inmunidad colectiva, esencial para proteger a aquellos que, por diversas razones, no pueden ser vacunados.

El análisis de Ochoa sobre la reaparición del sarampión en Perú destaca un factor de riesgo adicional: el turismo. Perú, con su rica oferta cultural y natural, atrae a un gran número de visitantes internacionales anualmente. Este flujo constante de turistas, provenientes de regiones donde el sarampión aún circula, puede introducir el virus en el país. La situación se agrava cuando se encuentra con una población insuficientemente vacunada, creando el escenario perfecto para brotes de la enfermedad.

La vacuna tripleviral, que protege contra el sarampión, la rubéola y las paperas, es una herramienta poderosa en la lucha contra estas enfermedades. En el Perú, se recomienda administrar la primera dosis de esta vacuna a los 12 meses de edad y una segunda dosis a los 18 meses. La reciente detección de un caso de sarampión en una niña de 10 años subraya la urgencia de asegurar que todos los niños reciban ambas dosis de la vacuna, especialmente antes del inicio del ciclo escolar, para minimizar el riesgo de transmisión.

El Ministerio de Salud (Minsa) ha confirmado dos casos de sarampión en el país y actualmente investiga otros 34 casos sospechosos. El primer caso, un joven de 21 años sin historial de vacunación contra el sarampión, evidencia el riesgo asociado con los viajes internacionales. El segundo caso, una bebé de 10 meses, destaca la vulnerabilidad de los más jóvenes, especialmente aquellos que aún no han alcanzado la edad para su primera vacunación.

La situación actual subraya la importancia crítica de la vacunación contra el sarampión en el Perú. Es un llamado a la acción para todos: autoridades sanitarias, profesionales de la salud, padres de familia y la sociedad en general. La meta es clara: aumentar la cobertura de vacunación a más del 95 % para proteger la salud pública y prevenir brotes futuros. La vacunación no solo es una responsabilidad individual sino también una muestra de solidaridad hacia nuestra comunidad, especialmente hacia aquellos que, por razones de salud, no pueden vacunarse. En este esfuerzo colectivo, cada dosis cuenta.