Valparaíso, Chile - Tras tres días de devastadores incendios forestales, Chile enfrenta una de las peores tragedias de su historia reciente. El Gobierno ha confirmado un saldo desolador: al menos 122 personas fallecidas y más de 370 desaparecidas, mientras equipos de emergencia continúan trabajando entre los escombros. 

Los incendios, que comenzaron hace tres días, han arrasado con áreas residenciales en las ciudades costeras de Valparaíso y Viña del Mar. Residentes, bomberos y militares se esfuerzan en despejar y buscar sobrevivientes en estas zonas, donde el fuego consumió viviendas en cuestión de minutos. La alcaldesa de Viña del Mar, Macarena Ripamonti, reportó que al menos 370 personas han sido dadas por desaparecidas en esta ciudad de 300.000 habitantes.

Jacqueline Atenas, una residente de 63 años, describió la escena como "una zona de guerra". Al igual que muchos otros, Atenas huyó de su hogar en Villa Independencia, un barrio de clase trabajadora, solo para encontrarlo reducido a cenizas días después. Los relatos de los residentes son estremecedores, describiendo un avance rápido del fuego, impulsado por fuertes vientos y chispas que saltaban de colina en colina. 

Luis Parra, otro residente de la zona, logró escapar con su familia, pero su hermana y su padre ciego no corrieron la misma suerte. Sus cuerpos fueron encontrados cerca de su hogar. Estas historias se replican a lo largo de la región afectada, donde muchas personas tuvieron que huir sin más que lo puesto, perdiendo no solo sus hogares sino también a seres queridos y mascotas.

El país ha iniciado un período oficial de luto de dos días. Hasta el momento, unas 14.000 viviendas han resultado dañadas. Imágenes de drones muestran vecindarios enteros convertidos en cenizas, con residentes buscando entre los restos de sus hogares y coches chamuscados obstruyendo las calles. 

El subsecretario de Interior, Manuel Monsalve, informó que había 165 incendios activos, un aumento respecto a los 154 reportados el día anterior. Las autoridades han impuesto un toque de queda en las regiones más afectadas y han enviado al ejército para apoyar en las labores de extinción del fuego. Se espera que las condiciones climáticas, con temperaturas ligeramente más bajas y nubosidad, puedan ayudar a controlar los incendios en los próximos días.

La Policía de Investigaciones (PDI) de Chile está indagando sobre la posibilidad de que algunos de los incendios hayan sido iniciados intencionalmente. Además, el país, junto con Argentina y otras partes del cono sur de Sudamérica, enfrenta una severa ola de calor, exacerbada por fenómenos climáticos como El Niño, que según los expertos, se volverá más común debido al cambio climático.

Jesica Barrios, una residente que perdió su casa en el desastre, describió el incidente como algo que ocurrió "de un momento a otro", con el fuego propagándose rápidamente y transformando el día en noche. "Era como estar en el infierno", concluyó.

Esta catástrofe destaca la urgente necesidad de abordar el cambio climático y mejorar la preparación y respuesta a desastres naturales, no solo en Chile sino en todo el mundo. La comunidad internacional se encuentra consternada ante la magnitud de la tragedia y ofrece su apoyo a un país que hoy llora a sus muertos y desaparecidos, mientras se enfrenta a la enorme tarea de reconstruir lo perdido.