En una movida audaz hacia el futuro de la movilidad eléctrica, Stellantis ha marcado un hito significativo al anunciar una inversión de 103 millones de euros en su planta de Szentgotthard, Hungría. Esta inversión estratégica tiene como objetivo escalar la producción de módulos de propulsión eléctrica (EDM), sentando las bases para una nueva era en la fabricación de vehículos eléctricos. La planta, que hasta ahora ha sido conocida por producir motores de combustión interna de alta eficiencia, se transformará para convertirse en un centro de innovación para la electrificación vehicular.

La decisión de Stellantis de invertir en Hungría es parte de su visión a largo plazo para liderar la transición hacia una movilidad más limpia, segura y accesible. La inversión incluye subvenciones y ayudas por parte del Gobierno húngaro, demostrando una colaboración eficaz entre el sector público y privado para fomentar la innovación y el desarrollo sostenible. Con esta jugada, Stellantis no solo apunta a fortalecer su compromiso con el medio ambiente, sino también a reafirmar su posición como líder en la industria automotriz.

La planta de Szentgotthard se someterá a una transformación significativa, adaptándose para incorporar la producción de EDM a finales de 2026. Este cambio no solo implica una actualización en la infraestructura y el equipamiento, sino también un enfoque renovado en la capacitación y especialización de su fuerza laboral. Los empleados de Stellantis en Hungría recibirán formación especializada para adaptarse a los nuevos procesos de manufactura, asegurando que la planta no solo sea un modelo de innovación tecnológica sino también de desarrollo humano y profesional.

Hasta la fecha, la planta de Szentgotthard ha sido reconocida por la producción de motores turboalimentados de 1,2 litros de 3 cilindros y de 1,6 litros de cuatro cilindros. La transición a la producción de EDM representa un cambio paradigmático hacia la sostenibilidad y la innovación. Los módulos de propulsión eléctrica que se fabricarán en esta planta serán fundamentales para la próxima generación de vehículos eléctricos de batería (BEV) de Stellantis, diseñados en la plataforma STLA enfocada exclusivamente en vehículos eléctricos.

La iniciativa de Stellantis no solo subraya su compromiso con la excelencia en la fabricación de automóviles, sino también con la sostenibilidad ambiental. Al integrar motor eléctrico, reductora de marchas e inversor en una sola unidad EDM 3 en 1, la empresa busca maximizar la eficiencia y el rendimiento de sus futuros vehículos eléctricos. Esta estrategia demuestra la determinación de Stellantis de ser un actor clave en la reducción de la huella de carbono de la industria automotriz, ofreciendo a los consumidores alternativas de movilidad más limpias y sostenibles.

La inversión de Stellantis en Hungría es un testimonio de su visión futurista y su compromiso con la innovación y la sostenibilidad. Al transformar la planta de Szentgotthard en un epicentro de producción de propulsión eléctrica, Stellantis no solo está preparando el camino para una nueva generación de vehículos eléctricos, sino que también está contribuyendo a un futuro más sostenible. Con este paso, la compañía no solo espera liderar el mercado de vehículos eléctricos, sino también inspirar a toda la industria hacia un cambio positivo en la movilidad global.