México, un país vibrante en cultura y tradición, también es conocido por su actividad sísmica significativa debido a su posición en el Cinturón de Fuego del Pacífico. Esta región, caracterizada por ser una de las más activas en cuanto a sismos en el mundo, alberga a México en una posición donde los movimientos telúricos son eventos cotidianos que requieren atención y preparación constante.

El Servicio Sismológico Nacional (SSN), la entidad encargada de monitorear esta actividad, ha registrado recientemente sismos en diversas regiones como Oaxaca, Jalisco, Michoacán, Guerrero, y Chiapas. Uno de los eventos más notables fue un temblor de magnitud 5.0 en Coyuca de Benítez, Guerrero, que activó la alerta sísmica en Ciudad de México, aunque, afortunadamente, no se reportaron daños humanos ni materiales.

Estos eventos son recordatorios de la ubicación de México en la placa Norteamericana, limitada por las placas de Cocos, Rivera, y del Pacífico, lo que explica su alta sismicidad. La estadística nos dice que se sienten más de 90 sismos por año con magnitud superior a 4 grados en la escala de Richter en el país.

En cuanto a la preparación y respuesta ante sismos, circula una teoría conocida como el "Triángulo de la Vida", que sugiere que ciertas posiciones durante un terremoto pueden ofrecer mayor protección. Sin embargo, esta idea ha sido refutada por expertos que afirman que la mejor práctica en países como Estados Unidos, y por extensión en construcciones modernas y reguladas, es la de "drop, cover, and hold on" (tirarse al suelo, cubrirse y sostenerse), según recomienda la Cruz Roja Americana.

El SASMEX, por otro lado, es un adelanto tecnológico que ofrece una ventana crítica para la acción preventiva. Mediante una red de estaciones sensoras, este sistema puede emitir alertas tempranas cuando detecta sismos de gran magnitud, proporcionando segundos valiosos para que las personas tomen medidas de protección antes de que las ondas sísmicas alcancen áreas más pobladas.

El Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED) enfatiza la importancia de mantener la calma y seguir los protocolos aprendidos durante los simulacros de sismo. Entre las recomendaciones se incluye tener una mochila de emergencia preparada y descargar aplicaciones útiles como Sky Alert, SASSLA, y MyShake, disponibles para iOS y Android, que pueden ofrecer alertas y consejos en tiempo real.

La realidad sísmica de México es un recordatorio constante de la fuerza de la naturaleza y la necesidad de estar preparados. La educación sobre cómo actuar antes, durante y después de un sismo es esencial para minimizar riesgos y proteger vidas. La colaboración entre instituciones como el SSN, CENAPRED, y la participación ciudadana a través de la preparación y el uso de tecnología aplicada a la alerta temprana son claves en la gestión de desastres naturales. En un país donde la tierra se mueve con frecuencia, la mejor defensa es el conocimiento y la preparación.