El sismo de magnitud 5.5 que sacudió la región de Áncash el 19 de febrero de 2024, creó una atmósfera de alerta y preocupación entre los habitantes de Chimbote. La ciudad experimentó tempranas horas de inquietud cuando el temblor, con un epicentro situado a 73 kilómetros al suroeste, agitó la tranquilidad de sus residentes a las 11:23 a.m. Las redes sociales se convirtieron en el principal medio de difusión de imágenes y videos que capturaron el momento del sismo, mostrando escenas de evacuación y compartiendo recomendaciones para mantener la calma.

La población de Chimbote, afectada por la intensidad del sismo de 5.5, recurrió a las redes sociales para compartir su experiencia. Un video capturado por un residente ilustra el inicio del movimiento telúrico, mientras que reportes de medios como RPP Noticias evidencian la preocupación y las medidas de precaución sugeridas por los ciudadanos. El Instituto Nacional de Defensa Civil instó a la comunidad a permanecer en calma y preparada, destacando la importancia de contar con una mochila de emergencia para enfrentar estos eventos.

De acuerdo con el Instituto Geofísico del Perú (IGP), el sismo registró una magnitud de 5.5 y su epicentro fue identificado a 35 kilómetros al suroeste de Santa, Áncash. Este evento no solo puso en alerta a los residentes de Chimbote sino que también generó una rápida movilización de las autoridades y organismos de emergencia, quienes se esforzaron por evaluar la situación y proporcionar asistencia a los afectados.

Es crucial mantener la calma durante un sismo, ya que permite tomar decisiones acertadas y protegerse de manera efectiva. Buscar refugio bajo estructuras resistentes, evitar áreas cercanas a ventanas o objetos que puedan caer, y usar las escaleras en lugar de ascensores en edificaciones son medidas esenciales para minimizar los riesgos. En espacios abiertos, es importante alejarse de edificios y estructuras que puedan colapsar. Estas recomendaciones son vitales para garantizar la seguridad personal y de los demás durante un evento sísmico.

El temblor no solo demostró la vulnerabilidad de la región ante fenómenos naturales sino también la solidaridad y el espíritu de cooperación de la comunidad. Las acciones inmediatas, tanto de las autoridades como de los ciudadanos, reflejan la importancia de la preparación y la respuesta coordinada frente a emergencias. A medida que Chimbote y sus alrededores se recuperan del susto, la experiencia subraya la necesidad de fortalecer las medidas de prevención y preparación para futuros sismos.

El sismo de 5.5 grados en Áncash, con epicentro cerca de Chimbote, sirve como un recordatorio de la importancia de estar preparados para eventos sísmicos. La respuesta de la comunidad y las autoridades destacó la relevancia de mantener la calma, buscar protección adecuada y seguir las recomendaciones de seguridad. A través de la preparación y la educación, se puede minimizar el impacto de estos fenómenos naturales y proteger la vida y el bienestar de la población.