En un reciente encuentro, celebrado en el emblemático edificio Cero+Infinito de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, se congregaron cerca de trescientos directivos de instituciones científicas de Argentina. La reunión, que combinó la asistencia presencial y virtual, representó un crisol de preocupaciones y estrategias ante los recientes desafíos enfrentados por la comunidad científica del país, especialmente en relación con el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet).

Esta convocatoria emergió de la necesidad de confrontar una situación preocupante: la falta de comunicación con el nuevo presidente del Conicet, Daniel Salamone. Los intentos fallidos por establecer un diálogo constructivo y directo con la dirección del organismo impulsaron a los líderes científicos a buscar un espacio común de discusión y acción.

Durante el encuentro, se destacó la diversidad de voces y la representación amplia del sector científico argentino, incluyendo directivos del Conicet, de otros organismos de investigación y de universidades. Valeria Levi, vicedecana de Exactas/UBA, enfatizó la importancia de este evento como una plataforma para compartir información, a menudo dispersa y confusa, y para establecer una red de comunicación más eficiente y democrática entre los institutos.

La reunión desveló la preocupación colectiva por las políticas actuales que amenazan la integridad y el futuro de la ciencia en Argentina. Los participantes denunciaron signos alarmantes, como la desfinanciación y el desguace de programas cruciales para el avance científico y tecnológico del país.

Entre las preocupaciones discutidas, resaltaron la incertidumbre sobre la continuidad del personal administrativo especializado del Conicet y la parálisis en la asignación de becas de doctorado, pilares fundamentales para el desarrollo y la innovación científica. La falta de garantías para la incorporación de nuevos investigadores y la interrupción abrupta en el financiamiento de proyectos de investigación también ocuparon un lugar central en el debate.

Los directivos acordaron redactar un petitorio, buscando un diálogo directo con las autoridades pertinentes y articulando acciones con una variedad de actores, incluyendo legisladores, universidades, gremios y la comunidad científica internacional.

La reunión fue más que un foro de discusión; representó un acto de resistencia y un compromiso colectivo frente a la adversidad. Jorge Geffner, investigador superior del Conicet y director interino del Inbirs, destacó la riqueza de la red formada, subrayando que la defensa de la ciencia trasciende las categorías de 'útil' o 'inútil'. La ciencia, en su conjunto, fue presentada como un pilar esencial para el futuro del país.

Este encuentro dejó claro que, más allá de la incertidumbre y los desafíos actuales, la comunidad científica de Argentina está decidida a luchar por la preservación y el fortalecimiento de su labor. En un contexto de crisis, la solidaridad, la comunicación y la acción colectiva emergen como las herramientas más poderosas para defender el valor incalculable de la ciencia y la tecnología para el progreso de la nación. 

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