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En una entrevista reciente, el exviceministro de Economía, Enzo Defilippi, compartió su análisis y perspectivas sobre el estado actual de la economía peruana, enfocándose especialmente en las proyecciones y expectativas para el año 2024. A continuación, se presentan los puntos más destacados de esta conversación, con el objetivo de proporcionar un entendimiento claro y profundo de la situación económica del país.

La economía peruana experimentó desafíos significativos durante el 2023, marcado por un ambiente de incertidumbre y expectativas empresariales deprimidas. Según Defilippi, este ambiente se intensificó desde la elección de Pedro Castillo como presidente en 2021. A pesar de los obstáculos, la economía demostró una notable resiliencia, soportando embates que podrían haber desencadenado una caída aún más pronunciada.

Mirando hacia el 2024, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) y el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) prevén un crecimiento del 3%. Sin embargo, Defilippi ve estas proyecciones con escepticismo, sugiriendo que más bien parecen una esperanza que una predicción fundamentada en la realidad económica actual. Además, señala que el crecimiento de Perú está parcialmente influenciado por factores externos, como el precio de los metales y el crecimiento económico de China, los cuales no muestran señales de un impulso significativo para el 2024.

Defilippi expresa que, aunque el gobierno de Dina Boluarte no desincentiva directamente la inversión, tampoco logra generar un clima de entusiasmo entre los inversionistas. Esta falta de entusiasmo, según el exviceministro, se proyecta para mantenerse durante el mandato de Boluarte, influenciando negativamente las expectativas empresariales y, por ende, la inversión y el crecimiento económico.

Para revitalizar la economía, Defilippi sugiere una serie de acciones enfocadas en mejorar el clima de inversión y confianza empresarial. Entre estas, destaca la necesidad de reducir las tramitologías excesivas y las restricciones laborales, así como de inspirar confianza en el sector privado. Asimismo, menciona la importancia de una recomposición tanto del MEF como del gabinete ministerial, orientada hacia la reactivación económica.

En el ámbito laboral, Defilippi aboga por una orientación hacia la flexibilización, en contraposición a las tendencias actuales hacia la rigidez. Menciona como ejemplo la "Ley Pulpín", una medida que, aunque fue derogada por motivos políticos, representaba en su opinión una buena estructura para mejorar la empleabilidad de los jóvenes en el país.

En cuanto a la Remuneración Mínima Vital (RMV), Defilippi considera necesario un enfoque más regionalizado, reconociendo las diferencias en el costo de vida entre diversas áreas del país. Según su visión, esto ayudaría a fomentar un empleo más adecuado y equitativo a nivel nacional.

Este diálogo con el exviceministro Defilippi arroja luz sobre los diversos desafíos y oportunidades que enfrenta la economía peruana. A través de su análisis, se vislumbra un camino hacia la recuperación y el crecimiento, marcado por la necesidad de ajustes en las políticas gubernamentales, la inversión, y las reformas laborales.