Con la reducción de tasas de interés y la desaceleración de las economías globales, los inversores buscan oportunidades más atractivas. Dentro de este marco, la renta variable, especialmente en Latinoamérica, surge como una opción preferente debido a su baja valorización. La expectativa de un programa de estímulo significativo por parte del Partido Comunista Chino al sector real es un factor crucial. Este estímulo no solo beneficiaría a China sino también a su esfera de influencia económica, incluyendo América Latina. Los bancos centrales regionales están ajustando sus políticas para impulsar el crecimiento, lo que añade atractivo a estas inversiones.

En el ámbito local, Credicorp Capital resalta la importancia de sobreponderar el sector minero. La potencial recuperación de la economía china podría incrementar la demanda de materias primas, como el cobre, que ha sufrido recientes caídas en su valor. En cuanto a la renta fija, la expectativa de una reducción acelerada de las tasas por el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) sugiere una estrategia de alargar la duración de los portafolios, manteniendo al mismo tiempo una alta calidad crediticia. Esta táctica busca aprovechar los incentivos económicos locales para maximizar los rendimientos.

Más allá de la región, Credicorp Capital sugiere una ligera sobreponderación en la renta variable de EE.UU., especialmente en un contexto donde el dólar se fortalece, tradicionalmente beneficiando al mercado estadounidense. En renta fija, la preferencia se inclina hacia la deuda de empresas en mercados emergentes. Estas empresas, caracterizadas por su alta calidad crediticia, bajos niveles de apalancamiento y márgenes saludables, ofrecen oportunidades atractivas a pesar de las primas de riesgo regional. Esto se basa en la capacidad de estas empresas para ofrecer rendimientos ajustados al riesgo en un ambiente económico global incierto.

La adaptación estratégica en la inversión es esencial ante la prevista reducción de tasas de interés y la desaceleración económica global. La diversificación de portafolios, con un enfoque particular en sectores y regiones específicas, como la renta variable en Latinoamérica, el sector minero en Perú, y la deuda de empresas en mercados emergentes, se presenta como una ruta prometedora. Estas estrategias no solo buscan mitigar los riesgos asociados con la volatilidad del mercado sino también capitalizar las oportunidades que emergen de los cambios económicos y políticos globales. La visión a largo plazo y la selección cuidadosa de inversiones son clave para navegar con éxito en el complejo panorama económico actual.