El escenario económico de Perú en el 2023 estuvo marcado por una serie de desafíos, siendo uno de los más significativos la contracción en la inversión fija, que incluye tanto la inversión pública como la privada. Según el LatinFocus Consensus Forecast y el análisis de economistas peruanos, la inversión fija experimentó una caída del 5.8% en 2023. Esta disminución se vio influenciada principalmente por una inversión privada en declive, marcada por una baja confianza empresarial y condiciones financieras menos favorables. A pesar de esta caída, la inversión pública mostró un leve crecimiento del 0.2%, aunque fue afectada por una subejecución en proyectos de gobiernos locales.

De cara al 2024, las perspectivas de inversión en el país muestran signos de recuperación, aunque de manera heterogénea a lo largo del año. Se proyecta que el primer trimestre experimente un crecimiento del 3.6%, seguido de un retroceso en el segundo trimestre del -0.6%, para luego repuntar en los dos últimos trimestres. Este comportamiento mixto podría deberse a un efecto estadístico relacionado con la inversión pública y su ejecución durante el 2023, además de la recuperación esperada en la inversión de gobiernos subnacionales.

En cuanto a la inversión privada, se prevé que permanezca en territorio negativo durante la primera mitad del año, con una lenta recuperación influenciada por las expectativas empresariales aún pesimistas. No obstante, se anticipa un crecimiento en la inversión pública, apoyado en una mejora en los niveles de ejecución de proyectos a nivel subnacional.

Luis Miguel Castilla, exministro de Economía, proyecta un escenario más optimista para la inversión total en el 2024, destacando la finalización de proyectos clave y una mejora en las expectativas empresariales, junto con condiciones económicas más estables.

El consumo privado también se espera que crezca en 2024, impulsado por una disminución de la inflación y mejores condiciones de financiamiento. No obstante, el mercado laboral se presenta como un posible obstáculo para esta recuperación, ya que un ambiente laboral desfavorable podría limitar la capacidad de gasto de las familias.

El crecimiento del PBI en 2024 está proyectado en 1.9%, aunque esto podría verse favorecido si el fenómeno El Niño resulta ser menos intenso de lo esperado. Este fenómeno podría tener un impacto positivo en sectores como la agricultura, que enfrentó desafíos significativos en 2023.

En lo que respecta al comercio exterior, se anticipa una desaceleración en el crecimiento de las exportaciones para 2024, mientras que se espera una recuperación en el sector de las importaciones, particularmente en bienes de capital e intermedios.

Frente a la necesidad de un "rebote" en la inversión, se sugiere que el Gobierno priorice el aseguramiento y la ejecución de proyectos mineros significativos, así como la mejora en la ejecución de inversiones de asociaciones público-privadas (APP) adjudicadas en el año anterior. Es crucial también un enfoque en la mejora de la ejecución y continuidad de obras e inversiones a nivel subnacional, especialmente en municipios.

Para fomentar un clima de inversión favorable, se enfatiza la importancia de desarrollar acciones que fortalezcan la confianza empresarial, como la adjudicación y ejecución de proyectos emblemáticos y la modernización del marco regulatorio laboral para aumentar su flexibilidad.

aunque el 2023 presentó desafíos significativos para la economía peruana, especialmente en términos de inversión, el 2024 ofrece un panorama de recuperación gradual. La eficacia de las estrategias gubernamentales y la respuesta del sector privado serán fundamentales para capitalizar este potencial de crecimiento.