El Ministerio de Defensa en Argentina prohíbe el uso del lenguaje inclusivo en las Fuerzas Armadas y exige el uso de las normas de la Real Academia Española (RAE). En una decisión que ha resonado a lo largo del país, Luis Petri, el titular del Ministerio de Defensa, anunció la prohibición del lenguaje inclusivo dentro de las Fuerzas Armadas argentinas. Esta medida obliga a que toda comunicación oficial se ajuste a las normas gramaticales de la RAE, excluyendo formas de género neutro como "e", asterisco, "X" o arroba, en favor de las terminaciones tradicionales "o" y "a". La directriz ha generado un amplio debate, enfrentando opiniones sobre la inclusión y la diversidad contra la necesidad de claridad y eficacia en la comunicación militar.

La medida busca preservar la claridad y precisión en la comunicación militar evitando confusiones que puedan afectar la seguridad y funcionalidad del país. Según el Ministerio de Defensa, esta decisión es fundamental para mantener la eficacia y consistencia en la comunicación dentro de las instituciones militares. La normativa subraya la importancia de adherirse estrictamente a las reglas gramaticales establecidas por la RAE, argumentando que la precisión y rigurosidad en el lenguaje son cruciales para el adecuado desarrollo de las operaciones militares. Se enfatiza que cualquier desviación de estas normas podría resultar en malentendidos o interpretaciones incorrectas que comprometan las misiones y la seguridad nacional.

La resolución ha provocado un amplio espectro de reacciones tanto de apoyo como de crítica por parte de la sociedad y expertos en lenguaje. Mientras algunos ven esta medida como un paso necesario para asegurar una comunicación efectiva y sin ambigüedades dentro de las fuerzas armadas, otros la critican por considerarla un retroceso en términos de inclusión social y reconocimiento de la diversidad de género. La discusión se centra en cómo las normas de comunicación pueden influir en la percepción de la inclusión y el respeto hacia las distintas identidades de género dentro del ámbito militar y la sociedad en general.

Aunque no se han especificado las sanciones exactas por incumplimiento se anticipa que estas podrían incluir advertencias y sanciones disciplinarias. La falta de claridad sobre las consecuencias exactas deja un margen de incertidumbre sobre cómo se aplicará y se hará cumplir esta normativa dentro de las Fuerzas Armadas. Sin embargo, se espera que cualquier violación a la nueva regla sea tratada con seriedad, dada la importancia que el Ministerio de Defensa asigna a la uniformidad y precisión en la comunicación oficial.

La decisión del Ministerio de Defensa de Argentina de prohibir el lenguaje inclusivo en la comunicación oficial de las Fuerzas Armadas marca un momento significativo en el debate sobre la inclusión y la diversidad versus la necesidad de claridad y eficiencia en la comunicación militar. Mientras se busca preservar la integridad de la comunicación en operaciones militares, la medida ha avivado el debate sobre cómo las políticas de lenguaje reflejan y afectan la cultura organizacional y la sociedad en su conjunto. Este cambio normativo pone de relieve la tensión entre la evolución del lenguaje en busca de inclusión y las tradiciones lingüísticas establecidas que rigen las instituciones estatales, especialmente aquellas críticas para la seguridad nacional.