La dinámica económica de América Latina está experimentando cambios significativos, con las economías andinas destacándose por su crecimiento acelerado. En un panorama donde las dos mayores economías de América Latina, Brasil y México, enfrentan una desaceleración, los países andinos, liderados por Perú, emergen como puntos de interés para los mercados debido a su creciente velocidad económica. Este artículo desgrana las previsiones económicas para la región, destacando el papel preponderante que jugarán las economías andinas en 2024.

Brasil, después de un sorprendente crecimiento de 2.8% en 2023, ve su proyección reducida a 1.3% para 2024. Este ajuste se debe a una combinación de factores adversos como el fenómeno del Niño, altas tasas de interés y una renovada incertidumbre fiscal. México, por otro lado, aún disfruta de un crecimiento proyectado de 2.7% para 2024, aunque esto representa una moderación en comparación con el 3.1% alcanzado en 2023. La desaceleración en Estados Unidos y una política monetaria restrictiva contribuyen a este cambio de ritmo. 

Chile se recupera de una contracción de -0.2% en 2023, anticipando un crecimiento de 2.1% en 2024. Este cambio se atribuye a la respuesta positiva de la demanda interna a la disminución de la tasa de política monetaria y una significativa reducción de la inflación. Además, la ejecución de nuevos proyectos de inversión se ve favorecida por un ambiente de menor incertidumbre política. Colombia, experimentando una leve aceleración de 1.2% en 2023 a 1.7% en 2024, ve el fin del ajuste del consumo privado y una esperada reducción en inflación y tasas de interés como catalizadores de este crecimiento, junto con un aumento en el gasto público durante el segundo año de gobierno de Petro.

Perú presenta un caso especialmente notable, esperando un rebote significativo después de una recesión con una caída del PBI de -0.5% en 2023. La superación de los efectos negativos de las protestas sociales y eventos climáticos, un aumento en el gasto público y una recuperación gradual de la inversión privada, particularmente en minería, son factores clave en esta proyección. La posibilidad de un FEN débil y las expectativas positivas en torno al precio del cobre añaden optimismo a la economía peruana, anticipando un crecimiento que podría superar el 2.5% en 2024.

Las economías andinas, con Perú a la cabeza, no solo están captando la atención de los mercados por su crecimiento en el corto plazo, sino que también plantean interrogantes sobre la sostenibilidad de este impulso. Para mantener este dinamismo, será crucial lograr una mayor estabilidad política, mejorar la confianza empresarial y llevar a cabo reformas que fomenten el crecimiento. La experiencia y el análisis del economista jefe de Credicorp Capital subrayan la importancia de estos elementos para asegurar un desarrollo económico robusto y duradero en la región.

Este análisis resalta la complejidad de la situación económica en América Latina, con un enfoque particular en el potencial de crecimiento de las economías andinas. A medida que estas economías ganan protagonismo, será esencial observar cómo manejan los desafíos y oportunidades que se presenten, con el fin de asegurar un crecimiento sostenible que beneficie a toda la región.