MADRID, 30 Ene. (EUROPA PRESS) – En un giro inesperado de los eventos políticos en Colombia, el presidente Gustavo Petro ha acudido a la Fiscalía para confrontar acusaciones de narcotráfico que le fueron imputadas por el expresidente Andrés Pastrana a finales del año pasado. Con una postura firme y una clara intención de limpiar su nombre y el de su gobierno, Petro se presenta en la escena judicial. "Ser presidente es temporal, pero mi compromiso como ciudadano y demócrata es eterno, incluso a riesgo de mi propia vida", inicia Petro en su comunicado, haciendo hincapié en su fe en las instituciones colombianas y su derecho a buscar justicia.

El presidente colombiano enfatiza su respeto por las diferencias y rechaza responder a lo que describe como "violencia del lenguaje", típica de quienes buscan beneficiarse del poder transitorio. Su respuesta a Pastrana es una querella, a través de la cual busca establecer un precedente para que los líderes políticos no abusen de su posición ni sobrepasen los límites de la libertad de expresión sin evidencia alguna. Petro señala la importancia de la Fiscalía, creada en 1991, como una institución clave en la gestión de conflictos sociales en Colombia, y promete donar cualquier indemnización recibida a una fundación con fines sociales.

Por otro lado, el expresidente Pastrana se mantiene firme en sus declaraciones y promete presentar pruebas relevantes. "Hay evidencias y traemos todas las pruebas", declara antes de su comparecencia en la Fiscalía, recogido por la emisora RCN. Critica a Petro por interpretar su ejercicio de la libertad de expresión como un acto denunciable. Pastrana ve este caso como un hito histórico en Colombia, siendo la primera vez que un presidente en funciones denuncia a un expresidente por expresar opiniones o hacer oposición. Pastrana destaca la importancia de este caso para la libertad de pensamiento y opinión en Colombia, insistiendo en su derecho a expresarse y oponerse sin ser criminalizado.

Este enfrentamiento entre Petro y Pastrana en la Fiscalía es más que una disputa personal; es un reflejo de la tensión política y las complejidades del ejercicio de la libertad de expresión en el ámbito político colombiano. La acusación de Pastrana contra Petro de haber "fusionado" el gobierno con el narcotráfico, usando como fachada su plan de 'paz total', pone en relieve las delicadas dinámicas del poder y la política en Colombia. 

En este contexto, la sociedad colombiana y los observadores internacionales aguardan con interés los desarrollos de este caso, que no solo decidirá el destino de estos dos prominentes figuras políticas, sino que también puede sentar un precedente significativo en cómo la libertad de expresión y la oposición política se manejan en el país.