El Canciller peruano, Javier González Olaechea, recientemente ha expresado su postura sobre el funcionamiento del Sistema Interamericano de Derechos Humanos (SIDH), manifestando críticas hacia lo que él considera "excesos" por parte de esta entidad. En una entrevista con RPP Noticias, González Olaechea comentó sobre la visita de comisionados del SIDH a Perú para verificar el estado de salud de Pedro Castillo, quien había denunciado maltratos. El canciller resaltó la falta de comunicados del SIDH frente a asesinatos de militares por terroristas en el Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem), sugiriendo una posible parcialidad en la actuación de la entidad.

González Olaechea, manteniendo una perspectiva crítica, no ofreció comentarios acerca del dictamen aprobado por la Comisión de Constitución del Congreso para la creación de un grupo especial encargado de mejorar el sistema internacional de derechos humanos. Esta iniciativa, que ha generado diversas opiniones, podría interpretarse como un esfuerzo para distanciar a Perú del SIDH. La comisión de alto nivel, integrada por autoridades como el canciller, el presidente del Poder Judicial, el fiscal de la Nación, el defensor del Pueblo y el Ministro de Justicia y Derechos Humanos, se encargará de analizar y proponer reformas a los instrumentos del sistema interamericano, como la Convención Americana sobre Derechos Humanos.

Este enfoque del canciller no es sorpresivo, ya que ha expresado opiniones similares anteriormente. En un artículo publicado en El Comercio, titulado 'Reformar o denunciar la CIDH', González Olaechea aborda el informe sobre las muertes durante las protestas antigubernamentales y plantea la necesidad de erradicar el "direccionamiento ideológico" del SIDH, sugiriendo una batalla interna para corregir sus deficiencias o la posibilidad de denunciar el tratado.

Esta postura del canciller se produce en un contexto de desaprobación ciudadana hacia la presidenta Dina Boluarte, quien enfrenta una baja tasa de aprobación, posicionándose como una de las líderes menos populares de América Latina. Boluarte asumió el cargo tras un intento fallido de golpe de estado por parte de Pedro Castillo el 7 de diciembre de 2022.

La situación política en Perú sigue siendo compleja y las declaraciones del Canciller González Olaechea reflejan una tensión continua entre el gobierno peruano y las entidades internacionales de derechos humanos. El análisis de la actuación del Congreso y las futuras decisiones respecto al SIDH serán cruciales para entender la dirección que tomará el país en cuanto a su compromiso con los derechos humanos y su relación con organismos internacionales.