En Colombia, el tema de la inflación ha sido una constante fuente de preocupación para economistas, políticos y ciudadanos por igual. Durante los últimos cuatro años, el país ha experimentado tasas de inflación que no solo han superado el rango meta establecido por el Banco de la República (entre el 2% y el 4%), sino que también han excedido el límite superior de este rango durante tres años consecutivos. Esta situación ha llevado a muchos a cuestionarse cuándo volverá la inflación a situarse por debajo del umbral del 4%.

Para encontrar la última vez que la inflación estuvo dentro del objetivo fijado por el banco central colombiano, tenemos que remontarnos al año 2019, cuando el índice de precios al consumidor creció un 3,80%. Sin embargo, la llegada de la COVID-19 en 2020 marcó un punto de inflexión. La pandemia provocó una disminución significativa en el crecimiento de los precios, registrando una inflación de solo el 1,6% ese año, mientras que la economía sufrió su mayor contracción en cuatro décadas, con una caída superior al 7%.

A pesar de este breve período de desinflación, los precios repuntaron nuevamente en 2021, con un aumento del 5,6%, y desde entonces, la inflación no ha logrado situarse dentro de los límites deseados. En 2022, la inflación cerró por encima del 13%, y en 2023, lo hizo en 9,28%. Este escenario sugiere que el camino hacia la estabilidad de precios está lejos de ser lineal.

Actualmente, Colombia enfrenta el desafío de ajustar los precios de los combustibles, comenzando con la gasolina y posiblemente siguiendo con el diésel. Estos ajustes, necesarios para la economía, probablemente impedirán que los precios crezcan al ritmo deseado por la junta del Banco de la República este año.

Los directores del banco central y el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, anticipan que la inflación para el año 2024 cerrará por encima del 5%. Sin embargo, mantienen la esperanza de que para el año 2025, la inflación pueda finalmente retornar al rango meta establecido. Esta proyección sugiere que, aunque el camino hacia la estabilidad económica es complejo y lleno de incertidumbres, existe un plan claro para alcanzarlo.

La inflación es un indicador económico que afecta a todos los estratos de la sociedad, influenciando desde el poder adquisitivo de los ciudadanos hasta las decisiones políticas y económicas a nivel nacional. En Colombia, la expectativa de retornar a una inflación controlada es alta, ya que no solo significaría una economía más estable, sino también un futuro más predecible y seguro para sus ciudadanos. A medida que el país se esfuerza por ajustar su economía y superar los retos presentes, la atención de todos está puesta en las acciones del Banco de la República y en las políticas económicas que se implementen para asegurar un retorno al deseado rango de inflación.