En el contexto de los recientes desafíos económicos de Perú, Jaime Reusche, vicepresidente del Grupo de Riesgo Soberano de Moody’s, proyecta un crecimiento del 2.7% para la economía peruana en 2024. Esta estimación se da tras un periodo de incertidumbre económica y un incumplimiento en la meta del déficit fiscal en 2023. Moody’s Investors Service, una calificadora internacional de riesgo, anticipa una mejora significativa para este año, con la posibilidad de una revisión positiva en la calificación crediticia del país.

Reusche destaca la importancia de la reforma política en el camino hacia la estabilidad económica de Perú. Durante una reunión en Nueva York con el ministro de Economía y Finanzas, Alex Contreras, y su equipo, se discutió cómo una reforma política podría ser un paso esencial para estabilizar el país. La segunda votación del Proyecto de Ley que busca el retorno a la bicameralidad es vista como un factor crucial que podría impulsar la inversión privada y equilibrar los poderes del gobierno, proporcionando mayor estabilidad política.

Otro elemento a considerar es el impacto de un Fenómeno de El Niño débil, que podría favorecer el desempeño económico del país. Moody’s sigue observando atentamente estos desarrollos para resolver la perspectiva negativa actual sobre la calificación de BAA1 de Perú, con una revisión programada para la segunda mitad de 2024.

A pesar de los desafíos enfrentados en los últimos años, incluyendo inestabilidad política, protestas sociales y fenómenos climáticos, la economía peruana ha demostrado ser resiliente. Reusche señala que eventos como las protestas sociales y la volatilidad política durante el gobierno anterior de Pedro Castillo afectaron negativamente el crecimiento económico, reduciendo el producto bruto interno (PBI) en un total de 3% en dos años. Sin embargo, para 2024 se espera un crecimiento del 2.7%, impulsado en parte por una recuperación de la confianza en el sector privado.

la economía peruana enfrenta un punto de inflexión en 2024. La implementación de reformas políticas y la estabilización del entorno macroeconómico serán cruciales para impulsar la inversión privada y el crecimiento económico. Aunque los retos persisten, especialmente en el contexto político y climático, las proyecciones indican una trayectoria de recuperación y crecimiento. La revisión de Moody's en la segunda mitad del año será un indicador clave para evaluar estos avances y ajustar las expectativas y estrategias económicas del país.