En un evento insólito y repleto de tensión, un pasajero del vuelo AM672 de Aeroméxico, frustrado por el retraso del avión, tomó una decisión drástica. Mientras la aeronave permanecía estacionada durante horas en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, este pasajero activó la puerta de emergencia y salió al ala del avión. Este incidente, ocurrido el 25 de enero, ha capturado la atención del público y generado un intenso debate.

Según el comunicado del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, el hombre, al abrir la puerta de emergencia y posarse en el ala, no causó daños a la aeronave ni a las personas a bordo. De hecho, regresó a la cabina sin mayor incidente. El director general del aeropuerto, Carlos Velázquez Tiscareño, interpretó el comportamiento del pasajero como una búsqueda de "un respiro" debido al prolongado retraso del vuelo.

Los testimonios de los pasajeros revelan una situación angustiante: estuvieron encerrados en el avión durante aproximadamente cuatro horas, sin acceso a agua ni aire acondicionado. Esta condición precaria llevó al pasajero a abrir la puerta de emergencia, con la intención de permitir la entrada de oxígeno a la cabina.

En redes sociales, una declaración firmada por al menos 77 pasajeros del vuelo ha ganado notoriedad. Los firmantes alegan que la acción del hombre "salvó la vida" de los presentes en el avión, dadas las peligrosas condiciones de salud que se estaban gestando por la falta de aire. Los pasajeros, unidos en su descontento con la versión oficial de los hechos, exigen la liberación del hombre, quien actuó con su apoyo y en defensa de su bienestar.

Este incidente plantea una compleja discusión sobre los límites entre la desesperación y la seguridad en la aviación. Por un lado, las acciones del pasajero reflejan un instinto de supervivencia ante una situación percibida como amenazante para la salud. Por otro, la apertura de una puerta de emergencia en un avión, aunque esté en tierra, siempre conlleva riesgos significativos.

La historia del vuelo AM672 de Aeroméxico no solo es un relato de desesperación y medidas extremas, sino también una muestra de la solidaridad humana en situaciones de crisis. Mientras las autoridades investigan y se toman medidas, este incidente permanecerá en la memoria colectiva como un ejemplo de cómo la angustia y la solidaridad pueden manifestarse en los momentos más inesperados.