En un mundo donde el bienestar y la autoatención se han convertido en prioridades, tres emprendedoras mexicanas están redefiniendo lo que significa cuidarse. Fernanda Pérez-Teuffer, Erna Soto y Mariana Gil, con su visión y determinación, han dado vida a Cuult Wellness Club, un oasis de bienestar que combina lo último en tecnología de relajación y cuidado personal con un ambiente cálido y acogedor.

El origen de Cuult Wellness Club tiene raíces en la diversidad de sus fundadoras. Mariana, con una formación en comunicación seguida de un diploma en decoración de interiores, descubrió su verdadera pasión en la creación de espacios únicos. Su visión fue clara: transformar Cuult Wellness Club en un espacio de bienestar único en México, que no solo ofreciera servicios estéticos y de relajación, sino que también proporcionara un ambiente hogareño y accesible. La inclusión de equipos de vanguardia, como cámaras hiperbáricas y máquinas de presoterapia, asegura una experiencia de recuperación y relajación inigualable.

Erna, por otro lado, siempre ha tenido una inclinación hacia el wellness y el cuidado de la piel. Su encuentro con Paris Hilton marcó un antes y un después en su trayectoria, al ser introducida a la máquina Balance Pro, líder mundial en drenaje linfático. Esta máquina no solo se convirtió en un pilar para el crecimiento de Cuult Wellness Club, sino que también reafirmó la misión del centro de ofrecer lo mejor en el mercado.

La decisión de unirse y crear este espacio fue un movimiento natural para ellas. Erna, siendo madre de Mariana, trajo una mezcla única de experiencia y juventud al proyecto. Fernanda, con su enfoque administrativo y su habilidad para gestionar tanto al personal como a las finanzas, completó el equipo, permitiéndoles ofrecer un servicio integral que va más allá de los tratamientos convencionales.

Iniciar y manejar un negocio como Cuult Wellness Club no estuvo exento de desafíos. Erna destacó que la gestión del personal fue uno de los obstáculos más significativos. La importancia de un equipo bien entrenado y capacitado para ofrecer un servicio excepcional es primordial. A pesar de las dificultades iniciales, la dedicación y la formación continua han dado sus frutos, creando un personal que no solo cumple con las expectativas sino que las supera, garantizando que cada visita al club sea memorable.

Al reflexionar sobre su viaje, Fernanda y Mariana comparten palabras de aliento para aquellas jóvenes que se encuentran al borde del emprendimiento pero sienten temor de dar el primer paso. Fernanda enfatiza la importancia de confiar en uno mismo y perseguir esas ideas que parecen prometedoras, mientras que Mariana insta a enfrentar el miedo, no como un obstáculo, sino como un motivador para perseguir apasionadamente sus sueños. La constancia, la pasión y la dedicación son, según ellas, los pilares para transformar una visión en realidad.

El viaje de Fernanda, Erna y Mariana, y la creación de Cuult Wellness Club es un testimonio del poder del emprendimiento femenino. No solo han establecido un espacio donde el bienestar se encuentra con la innovación, sino que también han demostrado que con pasión, colaboración y perseverancia, los sueños pueden convertirse en realidades concretas. Su historia no solo inspira a futuras generaciones de emprendedoras, sino que también redefine el concepto de bienestar en México.