En el corazón de La Habana, la 32 Feria Internacional del Libro de La Habana abrió sus puertas en una ceremonia que contó con la presencia de figuras destacadas de la cultura y la política de Cuba y Brasil. Este año, el evento se tiñe de una especial fraternidad entre estas dos naciones, evidenciada en las palabras de la ministra de Cultura de Brasil, Margareth Menezes, quien, en representación del presidente Luiz Inacio Lula Da Silva, así como de artistas e intelectuales brasileños, extendió un cálido agradecimiento a Cuba por la acogida en su mayor feria literaria.

La Feria Internacional del Libro no es solo un evento cultural; se ha convertido en un puente que fortalece las relaciones de amistad y cooperación entre Cuba y Brasil. Durante la inauguración, en la que estuvo presente Miguel Díaz-Canel, presidente de Cuba, junto a altos funcionarios de ambos países, se puso de manifiesto el papel de la cultura en la construcción de un mundo más unido y en la promoción de valores compartidos.

Este año, la feria rinde homenaje a dos importantes intelectuales cubanos, Isabel Monal y Francisco López Sacha, cuyas contribuciones al pensamiento y la literatura son celebradas. Margareth Menezes, rememorando su primera visita a la isla inspirada por una canción de Caetano Veloso, destacó la profunda conexión emocional y cultural que siente por Cuba, afirmando sentirse "nuevamente en casa".

La feria se convierte en escenario de un poderoso mensaje político y cultural, con la ministra Menezes citando al presidente Lula: "menos armas y más libros". Este lema resuena con la visión de ambos países de fomentar una sociedad más informada, crítica y participativa, donde la cultura y la lectura juegan roles fundamentales en el fortalecimiento de la democracia.

Con la introducción de seis mil textos editados en español, Brasil muestra su compromiso de contribuir significativamente al evento, subrayando la importancia de la accesibilidad a la cultura y el conocimiento en la construcción de un futuro democrático y plural.

Juan Rodríguez Cabrera, presidente del Instituto Cubano del Libro, destacó en su discurso inaugural cómo, a pesar de las adversidades impuestas por el bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba, la feria se realiza con el apoyo de la comunidad gubernamental y cultural cubana. Este esfuerzo refleja la resistencia y el compromiso de Cuba con la promoción de la cultura y el conocimiento como herramientas de liberación y desarrollo.

La feria promete ser un espacio de encuentro para más de 45 países, ofreciendo tres millones de libros en papel y formatos digitales al público. Este evento no solo celebra la literatura y el pensamiento crítico, sino que también se posiciona como un acto de afirmación cultural frente a los desafíos políticos y económicos.

La inauguración del Pabellón de Brasil en la fortaleza San Carlos de la Cabaña simboliza la presencia vibrante de Brasil en esta celebración literaria. Al reunir a representantes de más de 45 países hasta el 25 de febrero, la Feria Internacional del Libro de La Habana se consagra como un festival de letras, ideas y solidaridad, donde la cultura se erige como estandarte de unidad y esperanza en tiempos de cambio.

Este evento no solo es una vitrina para la riqueza literaria de Cuba, Brasil y el mundo, sino también un recordatorio del poder de los libros para construir puentes entre las personas, más allá de las diferencias políticas y geográficas. La 32 Feria Internacional del Libro de La Habana se presenta, así, como un testimonio del espíritu indomable de la cultura en su lucha por un mundo mejor.