México y Estados Unidos comparten inseguridad energética.

México y Estados Unidos comparten inseguridad energética.


Inseguridad Energética: Un Desafío para Comunidades Marginadas en México y Estados Unidos

En un contexto donde la inseguridad energética se posiciona como un problema crítico que afecta a comunidades en ambos lados de la frontera, Shalanda Baker, directora de la Oficina de Diversidad e Impacto Económico del Departamento de Energía de Estados Unidos, resalta una realidad alarmante: el 47% de los hogares latinos en Estados Unidos enfrentan dificultades para mantener sus hogares a temperaturas seguras y saludables, una situación que también resuena en comunidades indígenas y marginadas en México. 

La entrevista exclusiva concedida a El Sol de México por Baker no solo arroja luz sobre las cifras preocupantes de inseguridad energética, sino también sobre las iniciativas y políticas impulsadas por la administración de Biden en materia de cambio climático y energías renovables. La experiencia de Baker, con más de una década de contacto con las realidades energéticas y las desigualdades en México, especialmente en Oaxaca, proporciona una perspectiva valiosa sobre las dinámicas y retos específicos que enfrentan estas comunidades.

La preocupación de los habitantes locales por el impacto de proyectos de energía eólica y solar en sus entornos recalca la importancia de que las decisiones en torno a la viabilidad de los planes energéticos sean inclusivas y consideren las voces y necesidades de cada población. La situación en México, aunque refleja desafíos similares a los de Estados Unidos, con una tercera parte de la población estadounidense sufriendo de inseguridad energética, muestra patrones particulares que exigen soluciones contextualizadas y sensibles a las dinámicas locales.

Baker, en su visita a México, comparte las experiencias y enfoques adoptados por Estados Unidos para abordar tanto la inseguridad energética como la injusticia ambiental, destacando la transformación histórica del sistema energético del país. El caso de Oaxaca se señala como un ejemplo en el que las comunidades están activamente participando en la transformación del sistema energético de su región, un proceso del cual los gobiernos de México y Estados Unidos pueden aprender.

La visión de la administración de Biden, según Baker, se centra en la creación de un sistema energético que sea justo, equitativo y que incluya la participación activa de la comunidad en la transición energética. México, como "maestro" en la inclusión de comunidades indígenas, tribales, de bajos ingresos y de color en la conversación sobre la transición energética, juega un papel crucial en este aprendizaje compartido.

Un hito importante en este camino es el programa “Justicia 40” del Departamento de Energía de Estados Unidos, que asigna 100 mil millones de dólares para facilitar la transición hacia energías limpias, enfocándose en la equidad en el acceso a los recursos. Este esfuerzo, descrito por Baker como histórico, busca asegurar que cada dólar invertido pase por un filtro de equidad, exigiendo a cada solicitante de fondos luchar por alcanzarla.

La colaboración entre México y Estados Unidos, en palabras de Baker, se refleja en el compromiso compartido con el medio ambiente y la producción de energía limpia, considerando a México como un actor central en el escenario mundial de compromisos contra el cambio climático. Los desafíos compartidos, como el aumento del nivel del mar, la sequía y el clima extremo, demandan una respuesta coordinada y estrategias que protejan a las poblaciones más vulnerables.

El encuentro de Baker con la comisión de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Cambio climático del Senado mexicano enfatiza la necesidad de corregir los errores del pasado, rediseñando sistemas energéticos que promuevan la inclusión, la igualdad y la justicia. La visión es clara: crear soluciones de energía limpia accesibles para todas las comunidades, fomentando el crecimiento económico y generando más oportunidades de empleo.

la inseguridad energética emerge como un problema transfronterizo que afecta desproporcionadamente a comunidades marginadas en México y a hogares latinos en Estados Unidos. La colaboración y el intercambio de experiencias y estrategias entre ambos países, bajo el liderazgo y la visión de figuras como Shalanda Baker, apuntan hacia la creación de un futuro energético más sustentable, justo e inclusivo. Este camino compartido no solo busca abordar las necesidades energéticas actuales, sino también asegurar un entorno más equitativo y sostenible para las futuras generaciones.



Fecha de publicación: 2024-01-26 08:07:59

Categoría: México