En una semana donde los ojos del mundo financiero estaban puestos en los indicadores económicos de Estados Unidos, las monedas y bolsas de América Latina mostraron un comportamiento mixto. El motivo detrás de esta fluctuación radica en los recientes datos sobre los precios al productor en EE.UU., los cuales superaron las expectativas y reavivaron el debate sobre la inflación y el futuro de las políticas de tasas de interés de la Reserva Federal.

El informe reveló que el Índice de Precios al Productor (IPP) para la demanda final aumentó un 0,3% en enero, contrastando con la ligera caída del 0,1% registrada en diciembre. Este incremento, impulsado principalmente por el alza en los costos de los servicios, generó preocupación en torno a un posible repunte inflacionario. Como resultado, el dólar y los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense experimentaron un repunte, ejerciendo presión sobre las monedas y mercados bursátiles latinoamericanos.

Antes de la publicación de este informe, la probabilidad asignada por los mercados a una reducción de las tasas de interés por parte de la Fed en junio era del 75%. Sin embargo, tras el anuncio, dicha probabilidad se ajustó a poco más del 50%, evidenciando un cambio significativo en las expectativas.

En este contexto, Ipek Ozkardeskaya, analista senior de Swissquote Bank, comentó que los datos económicos parecen haber perdido su capacidad de guiar las decisiones de inversión. Según Ozkardeskaya, los mercados bursátiles en EE.UU. continúan encontrando razones para mantener su tendencia alcista, a pesar de las señales de advertencia, lo que sugiere un "optimismo ciego" por parte de los inversores, esperanzados en los beneficios de futuros recortes de tasas.

El real brasileño se mantuvo estable frente al dólar, a pesar de una caída inicial tras los datos del IPP estadounidense. Por su parte, el índice Bovespa de la bolsa de Sao Paulo registró un leve ascenso, impulsado principalmente por las acciones de la empresa minera Vale.

Mientras tanto, en México, los mercados reaccionaron de manera más negativa a los datos del IPP. El peso mexicano se depreció ligeramente frente al dólar, aunque en el acumulado semanal todavía muestra un retorno positivo. El índice S&P/BMV IPC, que agrupa a las acciones más negociadas, experimentó una caída, cerrando la semana con un leve descenso.

En Chile, el peso experimentó una caída frente al dólar, influenciado por la fortaleza de la moneda estadounidense a nivel global, pero encontró soporte en el aumento del precio internacional del cobre, principal exportación del país. El índice IPSA de la bolsa de Santiago, por su parte, registró una subida, alcanzando niveles no vistos desde agosto del año anterior, respaldado por el optimismo del banco de inversión JPMorgan.

En Colombia, el peso se depreció frente al dólar, mientras que el índice accionario COLCAP registró una ligera ganancia. Por último, en Perú, el sol se apreció frente al dólar, aunque el índice referencial de la Bolsa de Lima cerró con una ligera caída.

Este panorama refleja la complejidad y volatilidad de los mercados financieros en América Latina, los cuales se mantienen atentos a los indicadores económicos de Estados Unidos y su impacto en las políticas de tasas de interés de la Reserva Federal, factores clave en la toma de decisiones de inversión en la región.