En una reciente actualización crítica por parte de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), se ha revelado un alarmante incremento en el número de desplazados en Haití, alcanzando la cifra de 10.000 personas en tan solo una semana. Este preocupante fenómeno se ha dado tras una serie de violentos ataques perpetrados por bandas en distintos barrios del área metropolitana de Puerto Príncipe, específicamente en los municipios de Carrefour, Cité Soleil y Tabarre, a partir del 5 de febrero.

La OIM, en su esfuerzo por entender y atender la situación de los desplazados, ha estado al frente de esta crisis, recopilando datos y abogando por asistencia para aquellos afectados y las comunidades que les brindan refugio. La cifra de desplazados, según se informa, incluye a individuos en Cité Soleil, Tabarre, Croix-des-Bouquets, y distritos vecinos como Terre-Blanche, Terre-Noire, Blanchard, Duvivier, y áreas del municipio de Carrefour como La Grenade y Rivière-Froide.

La magnitud del desplazamiento es tal que ha llevado a la creación de nuevos sitios de refugio, con un total de 13 espacios ahora ocupados por estas 10.000 personas. De estos, diez son completamente nuevos, marcando un precedente en la reciente ola de desplazamientos. Esta situación no tiene precedentes desde los ataques a Carrefour-Feuilles, subrayando la gravedad y la urgencia de la crisis actual.

Yakin Mwanza, a cargo de la unidad de datos e investigación de la OIM, destacó que la última vez que se observó un desplazamiento masivo de esta magnitud fue durante los ataques a Carrefour-Feuilles. Haití ha enfrentado ataques similares en años anteriores, forzando a más de 300.000 personas a abandonar sus hogares. La evaluación de fin de año de la OIM reveló que hasta diciembre de 2023, Haití contaba con aproximadamente 314.000 personas desplazadas, con alrededor del 30% encontrando refugio en 81 lugares, la mayoría ubicados en el área metropolitana de Puerto Príncipe.

Las condiciones de vida de los desplazados son extremadamente precarias, con deficiencias críticas en higiene, saneamiento, y acceso a refugios adecuados que protejan contra las inclemencias del tiempo, así como un acceso limitado al agua. Esta crisis humanitaria se agrava aún más con las continuas protestas y la demanda de elecciones por parte del primer ministro Ariel Henry, quien insiste en que las elecciones se llevarán a cabo "en cuanto empiece a resolverse el problema de la seguridad".

Además, el presidente dominicano ha hecho un llamado a la ONU para acelerar la misión de ayuda, mientras el UNICEF alerta sobre el impacto devastador de la violencia de las bandas criminales en los niños, con aproximadamente 170 mil niños habiendo abandonado sus hogares.

Este panorama en Haití no solo refleja una crisis humanitaria de gran escala sino también la necesidad urgente de una respuesta coordinada a nivel internacional. La situación requiere una atención inmediata, no solo para abordar las necesidades básicas de los desplazados sino también para encontrar soluciones duraderas que prevengan futuros desplazamientos y restablezcan la paz y la seguridad en la región. La comunidad internacional, junto con organizaciones como la OIM, juegan un papel crucial en la movilización de recursos y la implementación de estrategias de intervención efectivas que puedan aliviar el sufrimiento de miles de haitianos.