En un contexto político cargado de tensión y controversia, María Corina Machado, la reconocida candidata presidencial y figura de oposición en Venezuela, ha lanzado una grave acusación: la detención y desaparición de dos de sus jefes de campaña, los responsables de los estados La Guaira y Yaracuy. Esta alarmante noticia fue difundida desde la sede del partido político Vente Venezuela, en Caracas, evidenciando una creciente preocupación por la seguridad y libertad de los colaboradores de la oposición en el país.

La situación se agravó cuando Machado reveló, con imágenes de cámaras de seguridad como evidencia, el secuestro de Juan Freites en el estado de Vargas. Las imágenes son claras: Freites fue interceptado por individuos sospechosos y forzado a subir a una camioneta que rápidamente abandonó el lugar. Aunque la candidata no señaló directamente a ningún organismo en particular, sí apuntó hacia el régimen de Nicolás Maduro como el principal responsable de estas acciones y de la reciente vandalización de las sedes de su partido, marcadas con el lema “Furia Bolivariana”.

Machado no ha dejado pasar la oportunidad para hacer un llamado a la comunidad internacional, resaltando la necesidad de tomar acciones frente a lo que describe como un asedio sistemático y despiadado contra su campaña y sus seguidores. Según ella, esta situación refleja un patrón de “agresión, desapariciones y persecución” que va en contra de los principios democráticos y los derechos humanos, y que pone en evidencia el temor del régimen de Maduro ante una competencia electoral justa y transparente.

Por otro lado, Maduro ha denunciado lo que considera un “plan conspirativo” y “golpista” de la “ultraderecha”, prometiendo una respuesta fuerte a través de la denominada “furia bolivariana”. Este contexto ha llevado a la detención de figuras como el dirigente sindical Víctor Venegas en Barinas, acusado por el Ministerio Público de Venezuela de planificar acciones contra la “paz” del país.

Este escenario político en Venezuela demanda una vigilancia constante y un llamado al respeto de las normas democráticas y los derechos humanos. La situación de los jefes de campaña de María Corina Machado, junto con las tensiones políticas en aumento, evidencia los desafíos y la necesidad de un diálogo constructivo y respetuoso entre todas las partes involucradas.