Ecuador marca un precedente histórico al convertirse en el noveno país en el mundo, y el segundo en América Latina, en despenalizar la eutanasia, gracias al valiente esfuerzo de Paola Roldán. Esta decisión no solo refleja un avance en los derechos humanos y la autonomía personal, sino que también destaca la lucha de individuos que, enfrentando condiciones de vida extremadamente desafiantes, buscan cambiar el curso de la ley para garantizar una muerte digna.

Paola Roldán, una mujer de 42 años diagnosticada con Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), una enfermedad incurable y degenerativa, inició una demanda de inconstitucionalidad contra el artículo 144 del código penal de Ecuador. Este artículo penalizaba con cárcel a quienes asistieran en el proceso de eutanasia. Después de cinco meses de lucha legal, y habiendo vivido tres años con ELA, la Corte Constitucional de Ecuador falló a favor de la despenalización de la eutanasia el 5 de febrero, permitiendo así que las personas con enfermedades incurables puedan optar por una muerte asistida de manera digna.

Para el momento de la despenalización, Paola había perdido el 95% de su movilidad, viviendo con dolores constantes, conectada a un respirador artificial y alimentándose a través de sueros. A pesar de estas circunstancias, Paola se ha enfocado en dejar un legado para su hijo, preparando una "cápsula del tiempo" con regalos, fotos y cartas para momentos significativos de su vida. Además, escribió un libro titulado "TI SI WHAT TI SI", narrando su proceso de autodescubrimiento tras el diagnóstico de ELA.

La Corte Constitucional de Ecuador votó a favor de la despenalización, con una mayoría de siete votos de nueve, permitiendo la implementación inmediata de la decisión. Esta sentencia establece que la eutanasia es constitucional cuando un paciente, de forma libre e informada, solicita terminar su vida debido a un sufrimiento intenso causado por una enfermedad incurable o una lesión grave e irreversible. Paola Roldán, al recibir la noticia, expresó su alivio y gratitud hacia aquellos que la apoyaron en esta lucha, destacando el avance hacia un Ecuador más acogedor, libre y digno.

La despenalización en Ecuador se suma a un movimiento global hacia el reconocimiento del derecho a una muerte digna. Países como Colombia ya han avanzado en este aspecto, permitiendo la eutanasia incluso para pacientes no terminales. Este cambio refleja una tendencia creciente hacia la comprensión y respeto de las decisiones personales en etapas críticas de la vida, poniendo de relieve la importancia de la autonomía individual y el alivio del sufrimiento.

La valiente lucha de Paola Roldán contra la ELA y por el derecho a una muerte digna en Ecuador es un testimonio del espíritu humano y la capacidad de influir en cambios legislativos significativos. La despenalización de la eutanasia en Ecuador no solo beneficia a aquellos que enfrentan enfermedades incurables, sino que también establece un precedente para el respeto de los derechos humanos y la dignidad personal en toda América Latina y el mundo.