El Poder Curativo de los Besos: Una Mirada Científica
Los besos, una de las expresiones más universales de afecto, van más allá de ser un simple gesto de cariño o amor. Según Marina Sangonzalo Candel, especialista en Psicología Clínica del Hospital Quirónsalud en Valencia, España, esta acción esconde beneficios sorprendentes para nuestra salud física y mental.
Beneficios Físicos del Beso
Al besar, no solo se activan hasta 36 músculos faciales, sino que también se estimulan las glándulas salivales, lo que incrementa la producción de saliva. Este líquido no solo es un lubricante natural sino que juega un papel crucial en la salud bucal, gracias a su capacidad de neutralizar ácidos y remineralizar el esmalte dental. Además, los besos promueven el intercambio de microorganismos que, contraintuitivamente, pueden fortalecer nuestro sistema inmunológico al exponernos a nuevos patógenos y ayudar a desarrollar defensas contra ellos.
Impacto en la Salud Mental
Desde la perspectiva psicológica, el acto de besar libera una cascada de hormonas, incluyendo endorfinas, dopamina y oxitocina. Estas sustancias son conocidas por mejorar el estado de ánimo, reducir el estrés y, en ciertos casos, aliviar el dolor. La oxitocina, en particular, fortalece los lazos afectivos entre las personas, promoviendo sentimientos de bienestar y conexión.
Beneficios Relacionados con el Estrés y el Dolor
El intercambio íntimo que supone un beso tiene el poder de disminuir significativamente los niveles de cortisol, la hormona asociada al estrés. Esto no solo reduce la sensación de ansiedad sino que también puede tener efectos analgésicos, aliviando dolores leves y contribuyendo a un mejor estado físico general.
Influencia en las Relaciones Sexuales
Además, en el ámbito sexual, los besos juegan un rol indispensable, especialmente para las mujeres. Un estudio realizado en Albany, Estados Unidos, en 2018, reveló que para una gran mayoría de mujeres, los besos profundos durante las relaciones sexuales son cruciales para alcanzar el orgasmo, lo que subraya su importancia no solo en el ámbito emocional sino también en el físico.
Los besos, por lo tanto, son mucho más que muestras de afecto; son una herramienta poderosa para mejorar nuestra salud y bienestar. La próxima vez que compartas un beso, recuerda que estás participando en una actividad que beneficia tu cuerpo y mente de maneras que quizás nunca imaginaste. Este gesto, tan cotidiano y a la vez tan profundo, es un recordatorio de la capacidad innata del contacto humano para curar y conectar.
