Carlos Bolsonaro, hijo del expresidente brasileño Jair Bolsonaro, ha sido recientemente el foco de una operación policial en Brasil. Este lunes, la Policía Federal de Brasil llevó a cabo una serie de allanamientos en relación con una presunta organización de espionaje ilegal. Estas acciones se enmarcan dentro de la "Operación Vigilancia Estrecha", destinada a investigar a un grupo dentro de la Agencia Brasileña de Inteligencia (Abin) durante el mandato de Bolsonaro. Según las acusaciones, este grupo habría utilizado las capacidades de la agencia para espiar ilegalmente a políticos y otras figuras públicas.

Los allanamientos, autorizados por el juez Alexandre de Moraes de la Corte Suprema y presidente del tribunal electoral, incluyeron nueve órdenes de registro. Cinco de estas se llevaron a cabo en Río de Janeiro, donde Carlos Bolsonaro se desempeña como concejal. Las imágenes mostradas por la televisión OGlobo indican que Carlos estaba en Angra dos Reis con su padre Jair Bolsonaro cuando ocurrieron los registros. También se realizaron allanamientos en Formosa, estado de Goiás, y en Salvador, estado de Bahía. Los objetivos incluyeron la residencia de Carlos en Río de Janeiro y su despacho en la Cámara Municipal.

La Policía Federal busca avanzar en el núcleo político del caso, identificando a los principales destinatarios y beneficiarios de la información obtenida ilegalmente. Se sospecha que la Abin utilizó un software de vigilancia israelí, FirstMile, para rastrear datos de geolocalización de teléfonos inteligentes y espiar a miles durante la presidencia de Bolsonaro.

Frente a estas acusaciones, el expresidente Jair Bolsonaro ha negado la existencia de cualquier tipo de organización de espionaje ilegal durante su gobierno, calificando las investigaciones como una "narrativa". La policía ha señalado que los involucrados podrían enfrentar cargos por invasión de dispositivos informáticos ajenos, organización delictiva e interceptación ilegal de comunicaciones.

Los nuevos allanamientos se suman a otros 21 realizados anteriormente. Entre los allanados se encuentra Alexandre Ramagem, exdirector de inteligencia y actual diputado federal por el Partido Liberal de Bolsonaro. Durante los registros, se incautaron computadoras y teléfonos de su residencia en Brasilia. Entre los supuestos objetivos del espionaje se encuentran figuras como el juez de la Corte Suprema Gilmar Mendes, el expresidente de la Cámara de Diputados Rodrigo Maia y el exgobernador de Ceará Camilo Santana, actual ministro de Educación del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

Este caso subraya la complejidad y la gravedad de las acusaciones de espionaje político en Brasil, un asunto que sigue desarrollándose y que tiene implicaciones significativas para la política y la gobernanza en el país.