En un escenario global donde la diplomacia y el derecho internacional juegan roles cruciales, España se prepara para intervenir en las audiencias de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) sobre las políticas de Israel en los territorios palestinos. Desde el 19 de febrero, la CIJ ha estado en el foco, evaluando las consecuencias legales de las acciones israelíes. Representantes de la Asesoría Jurídica Internacional del Ministerio de Exteriores, junto a miembros de la Abogacía General del Estado y de la Embajada española en La Haya, marcarán la presencia de España en este importante foro.

España no es ajena a la controversia que envuelve a los asentamientos israelíes en territorios ocupados desde 1967. Siguiendo la resolución 2334 del Consejo de Seguridad de la ONU de diciembre de 2016, el gobierno español ha manifestado su rechazo a estos asentamientos, considerándolos no solo ilegales bajo el Derecho Internacional sino también como obstáculos para la paz. El ataque de Hamás contra Israel el pasado 7 de octubre ha intensificado la discusión, con España abogando por el reconocimiento del Estado palestino como camino hacia la solución del conflicto.

Las audiencias en la CIJ han atraído la atención internacional, con 52 países solicitando participar, incluidos miembros de la Unión Europea, Estados Unidos, China, y Rusia. Organizaciones internacionales como la Liga Árabe, la OCI, y la Unión Africana también han expresado sus opiniones, demostrando la complejidad y el interés global en esta cuestión.

La intervención de España llega tras una resolución de la Asamblea General de la ONU que, con una mezcla de votos a favor, en contra, y abstenciones –incluyendo la de España–, solicita a la CIJ emitir una opinión consultiva basada en el Derecho Internacional. La resolución busca esclarecer las consecuencias jurídicas de las violaciones por parte de Israel al derecho de autodeterminación del pueblo palestino, la ocupación prolongada, y los actos de asentamiento y anexión en territorio palestino desde 1967.

Tras la solicitud de la ONU, los países interesados, incluida la Autoridad Palestina, presentaron declaraciones escritas y, posteriormente, comentarios a las declaraciones de otros estados. Estos documentos, mantenidos en secreto hasta una posible divulgación por la CIJ, serán fundamentales para las deliberaciones de la corte. Una vez concluidas las audiencias, la CIJ se retirará a deliberar, emergiendo luego con su opinión consultiva en un evento de significativa expectación global.

Este escenario no solo refleja las complejidades del conflicto entre Israel y Palestina sino también el papel de la comunidad internacional en buscar caminos hacia la resolución de disputas que afectan profundamente la vida de millones. La intervención de España, junto con las de otros países y organizaciones, subraya la importancia de la diplomacia, el derecho internacional, y el multilateralismo en la gestión de conflictos globales. Mientras la CIJ se prepara para ofrecer su opinión consultiva, el mundo observa, esperando que este paso pueda contribuir a una paz justa y duradera en la región.