En una semana crucial para Chile, el gobierno de Gabriel Boric está dando pasos decisivos para reformar el sistema de pensiones, un proyecto que busca reemplazar el modelo instaurado por el dictador Augusto Pinochet. Tras lograr acuerdos con sectores de centro y derecha, la reforma pensional de Boric, que estuvo estancada durante un año debido a divisiones políticas, ha comenzado a debatirse en la Cámara de Diputados.

El proyecto, presentado en noviembre de 2022, ha enfrentado una fuerte resistencia, especialmente de los sectores más conservadores. Sin embargo, tras un proceso de diálogo y ajustes, el Gobierno ha conseguido la aprobación preliminar de la Comisión de Trabajo y Seguridad Social y posteriormente de la Comisión de Hacienda. Ahora, la reforma necesita recabar 78 votos a favor en la Cámara de Diputados antes de ser enviada al Senado para su consideración final.

La propuesta de Boric apunta a la creación de un sistema mixto de pensiones, permitiendo que el Estado tenga un rol en la gestión de los fondos privados actualmente en manos de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP). Un cambio significativo en la propuesta es el aumento de la cotización obligatoria del 10% actual al 16%, con el empleador asumiendo el incremento. Este 6% adicional es el centro del debate, donde el Gobierno propone una fórmula mixta: 3% destinado a un seguro social y el otro 3% a la capitalización individual.

La coalición de derecha Chile Vamos, junto con sectores más radicales, se opone a esta distribución, prefiriendo que el 6% completo vaya a las cuentas individuales de cada trabajador. El modelo actual, implementado durante el régimen de Pinochet, ha sido pionero en la capitalización individual, pero ha recibido críticas significativas en los últimos años. La razón principal es que las pensiones resultantes son consideradas insuficientes, destacando la disparidad entre las pensiones de hombres y mujeres, según datos de la Superintendencia de Pensiones.

A pesar de diversos intentos de reforma, ningún Gobierno ha logrado hasta ahora una transformación profunda del sistema. En 2008 se logró incluir una pensión financiada por el Estado para los sectores más vulnerables, pero la necesidad de una reforma más amplia y profunda sigue siendo un tema central en la agenda política de Chile.

la reforma del sistema de pensiones en Chile se encuentra en un momento crítico. La iniciativa de Boric busca no solo cambiar la estructura del sistema sino también abordar las crecientes demandas de una sociedad que busca mayor equidad y seguridad en su vejez. Con debates en curso y el futuro político en juego, Chile está a las puertas de un cambio significativo en su política social.