El Parque Nacional de Los Alerces, ubicado en la Patagonia argentina, enfrenta una severa crisis ambiental debido a un incendio forestal de grandes proporciones que ha sido catalogado como "fuera de control" por las autoridades. Este parque, reconocido como Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 2017, se ve amenazado por las llamas que iniciaron el jueves y persisten hasta el sábado, consumiendo unas 600 hectáreas hasta el momento.

El fuego se desató en Bahía Rosales, una zona de acampada en el corazón del Parque Nacional, ubicado sobre el Lago Futalaufquen. Las condiciones climáticas, especialmente las altas temperaturas en la región patagónica, han agravado la situación, dificultando los esfuerzos para controlar el incendio. La provincia de Chubut, donde se sitúa este importante reserva natural, es una de las más afectadas.

Para hacer frente a este desastre, se ha establecido un Comando Unificado, compuesto por personal del Parque Nacional, el gobierno provincial de Chubut y el Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF). Este equipo incluye casi 150 personas en terreno, entre ellos brigadistas especializados, equipados con herramientas manuales y motosierras para crear barreras de contención. Además, se espera la llegada de 42 efectivos adicionales en las próximas horas.

El esfuerzo de extinción se complementa con el apoyo de bomberos voluntarios de Trevelin y Esquel, así como de personal de Gendarmería, Prefectura y Defensa Civil. En el aspecto aéreo, se utilizan dos helicópteros para transportar agua y personal a zonas inaccesibles, y dos aviones turbohélices con capacidad de 3.000 litros de agua cada uno. Un avión observador también sobrevuela el área para una mejor evaluación y coordinación de las tareas.

El Parque Nacional de Los Alerces es una joya ecológica y turística de Argentina. Ubicado a unos 2.000 kilómetros de Buenos Aires, abarca una superficie de 259.822 hectáreas, lo que lo posiciona como el quinto parque nacional más grande del país. La importancia de este parque radica no solo en su tamaño sino también en su biodiversidad única, destacándose el Alerzal Milenario, una selva valdiviana con alerces que pueden alcanzar los 4000 años de edad y más de 70 metros de altura.

La pérdida de parte de este patrimonio natural tendría consecuencias devastadoras no solo para la biodiversidad de la región sino también para el turismo y la cultura local. Este incendio pone de relieve la vulnerabilidad de los ecosistemas frente a los cambios climáticos y la necesidad de reforzar las medidas de prevención y respuesta rápida ante emergencias ambientales.

El incendio en el Parque Nacional de Los Alerces es un llamado de atención sobre la importancia de preservar estos tesoros naturales y la urgencia de adoptar estrategias sostenibles para su protección. La comunidad internacional, así como las autoridades locales, deben unir esfuerzos para salvaguardar estos espacios vitales para el equilibrio ecológico y la herencia natural de la humanidad.