El cambio climático se ha convertido en una preocupante amenaza para la producción y el transporte de gas natural en Estados Unidos, un hecho que repercute directamente en México. Esta situación quedó patente durante la tormenta invernal de 2021, donde la infraestructura de gas natural se vio severamente afectada. Fernando Castro Ortega, subdirector comercial en Énestas, señala que "los fenómenos climáticos extremos en Estados Unidos no solo impactan la extracción y producción de gas natural, sino también la infraestructura de transporte que abastece a México".

México depende en gran medida de las importaciones de gas natural de Estados Unidos, con más del 70% de su suministro proveniente del país vecino. Esta dependencia se ha visto fortalecida por la significativa infraestructura de gasoductos y proyectos en desarrollo. Sin embargo, esta interdependencia también expone a México a vulnerabilidades, especialmente ante la creciente frecuencia e intensidad de eventos climáticos extremos como tormentas, incendios forestales y temperaturas extremas en Estados Unidos. 

Los desafíos climáticos no solo ponen en riesgo los procesos de extracción y producción del gas natural, sino también la infraestructura encargada de su transporte y distribución hacia México. Énestas advierte sobre la vulnerabilidad de la cadena de suministro, afectando la confiabilidad y el cumplimiento de los acuerdos contractuales y de exportación. Además, una parte sustancial de la generación de electricidad en México depende de este hidrocarburo, lo que significa que cualquier interrupción puede tener consecuencias significativas para satisfacer las demandas energéticas del país.

Los expertos en cambio climático anticipan un aumento en la frecuencia y severidad de fenómenos meteorológicos. Esta situación exige una respuesta proactiva, incluyendo inversiones en infraestructura resiliente y estrategias para mitigar los impactos del clima extremo. Según Castro Ortega, es fundamental comprender integralmente los problemas climáticos y anticipar desafíos futuros, abogando por una infraestructura resiliente e incorporando prácticas sostenibles. Estas medidas son clave para garantizar la viabilidad a largo plazo de las cadenas de suministro de gas natural, tanto a nivel nacional como internacional.

La situación actual subraya la importancia de adaptarse y prepararse para los efectos del cambio climático. Las interrupciones en la cadena de suministro de gas natural no son solo un problema de infraestructura, sino también un desafío geopolítico y ambiental. Las soluciones requieren una visión holística que incluya sostenibilidad, resiliencia y cooperación internacional. Es esencial que tanto México como Estados Unidos trabajen juntos para fortalecer su infraestructura y estrategias energéticas, garantizando así un suministro energético estable y sostenible para el futuro.