El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, ha puesto en marcha una serie de medidas enfocadas en combatir la violencia rampante en el país, exacerbada principalmente por el narcotráfico. En un esfuerzo por contrarrestar la creciente inseguridad, el mandatario ecuatoriano ha anunciado la expectativa de recibir apoyo de Estados Unidos en forma de armamento, tecnología avanzada y entrenamiento especializado. Esta colaboración es parte de una estrategia más amplia para enfrentar a las organizaciones criminales que han provocado un estado de emergencia en la nación.

La cooperación internacional se materializará con la visita de una delegación de alto nivel de EE.UU., que incluye a figuras prominentes como Christopher Dodd, asesor presidencial Especial para las Américas, y la general del Ejército Laura Richardson. Además, la visita contará con la presencia de Christopher Landberg, subsecretario adjunto de la Oficina de Asuntos Antinarcóticos y Aplicación de la Ley. Daniel Noboa ha enfatizado la importancia de proteger a Ecuador, considerado un eslabón clave en las rutas del narcotráfico, y ha subrayado la necesidad de un apoyo financiero sólido para combatir esta amenaza sin comprometer la economía del país.

La situación de seguridad en Ecuador ha alcanzado niveles alarmantes desde inicios de 2021, con un aumento significativo de actos violentos, extorsiones, secuestros y motines en cárceles. Un incidente particularmente inquietante fue la toma de un canal de televisión por parte de un grupo de encapuchados armados, un evento que fue transmitido en directo. Adicionalmente, la fuga de líderes criminales de alto perfil de las cárceles ha exacerbado la crisis. En respuesta, el presidente Noboa ha declarado el estado de conflicto bélico interno y ha desplegado un operativo combinado de militares y policías en las calles.

Las fuerzas armadas de Ecuador, a través de operativos meticulosos de inteligencia militar, han logrado decomisos históricos de drogas, con un registro reciente de cerca de 22 toneladas de clorhidrato de cocaína. Este logro representa un récord en operativos de este tipo y refleja la determinación del gobierno en combatir el narcotráfico. Además, se está trabajando para obtener la aprobación de una ley de extinción de dominio que permitiría utilizar bienes y dinero confiscados de grupos criminales en la lucha contra ellos.

El gobierno ecuatoriano se enfrenta a múltiples desafíos en su batalla contra la violencia. Además de las operaciones de seguridad, Noboa ha propuesto la repatriación de presos extranjeros y la construcción de nuevas cárceles para aliviar la sobrepoblación en las existentes. También está previsto realizar recortes significativos en la estructura estatal, en un esfuerzo por reasignar recursos a la lucha contra el crimen. Estas medidas reflejan la firme determinación del presidente y su administración para restaurar la paz y la seguridad en Ecuador.