En un contexto donde la crisis hídrica se posiciona como uno de los desafíos más críticos a nivel global, México enfrenta la urgente necesidad de priorizar la gestión del agua dentro de su agenda política, económica y social. Esta premisa fue resaltadamente enfatizada por José Antonio Rodríguez Tirado, consultor internacional en manejo de recursos hídricos, durante su participación en el primer Parlamento Climático en la Cámara de Diputados de México. Organizado por el grupo parlamentario del Movimiento Ciudadano (MC), este encuentro buscó poner sobre la mesa la problemática y las potenciales soluciones a la crisis hídrica que azota al país.

Rodríguez Tirado destacó la preocupante realidad de que uno de cada tres habitantes en áreas urbanas de México recibe agua y saneamiento de forma intermitente, mientras que en el ámbito rural, dos de cada tres personas enfrentan esta misma situación de discontinuidad en el servicio. El escenario se agrava aún más al considerar el denominado 'Día cero', un término que hace referencia al punto crítico en que el suministro de agua se vuelve insuficiente para satisfacer las demandas de la población, llevando al racionamiento del recurso. Para el experto, el 'Día cero' ya es una realidad palpable, dada la contaminación de los ríos y la sobreexplotación de fuentes hídricas.

La disolución de la Secretaría de Recursos Hidráulicos en 1976, según Rodríguez Tirado, marcó un antes y un después en la eficacia de la gestión hídrica en México, relegando este crucial asunto a un tercer plano dentro de las prioridades gubernamentales. Sin embargo, el consultor resalta que, contrariamente a la creencia popular, la solución a esta crisis no requiere de inversiones colosales. Con apenas el 0.06% del PIB, equivalentes a 108.000 millones de pesos (aproximadamente 6.320 millones de dólares), se podría significativamente elevar el estándar de gestión del agua en el país a lo largo de 15 años.

En este contexto, el diputado de MC, Braulio López, señaló que México se encuentra entre los primeros países en riesgo de sequía y con altos índices de estrés hídrico. Al cierre de enero de 2024, aproximadamente el 60% del territorio nacional reportó condiciones de sequía, con 101 de los 653 acuíferos sobreexplotados. Por su parte, Tamara Luengo Schreck, fundadora y directora de la organización Aqueducto, enfatizó que la crisis hídrica no es un problema de escasez de recursos, sino de gestión.

Este panorama resalta la imperiosa necesidad de adoptar medidas eficientes y sostenibles en la gestión del agua en México. La revalorización de las aguas subterráneas, junto con la implementación de políticas integrales que promuevan el uso responsable del recurso, son fundamentales para revertir la situación actual y evitar que el 'Día cero' se convierta en una constante en más regiones del país. La crisis hídrica en México no solo demanda una respuesta inmediata, sino también un cambio profundo en la manera en que sociedad y gobierno perciben y valoran el agua, un recurso indispensable para la vida y el desarrollo sostenible.