El panorama deportivo mundial está en constante evolución, y México no es la excepción. Con eventos como el Super Bowl LVIII en 2024 y la Copa Mundial de 2026 a la vista, la transformación tecnológica de los estadios se convierte en un tema de vital importancia. El Allegiant Stadium de Las Vegas, sede del Super Bowl LVIII, es un ejemplo sobresaliente de innovación, con su uso de inteligencia artificial, torres de carga para smartphones y una avanzada conexión WiFi. Esta modernización plantea la pregunta: ¿Está México listo para desarrollar estadios de esta envergadura?

En México, estadios como el Omnilife y el BBVA ya están en camino hacia la transformación digital, con miras a ser sedes de la Copa Mundial de 2026. El Estadio Azteca, por su parte, se prepara para actualizaciones significativas para cumplir con los requisitos de la FIFA en términos de seguridad, capacidad y gestión de datos.

Manuel Pineda, ingeniero regional de ventas de Atlona, señala que uno de los principales desafíos para los estadios mexicanos es incorporar equipamiento tecnológico de alta calidad. Esto es esencial no solo para eventos como la Copa Mundial de 2026, sino también para mejorar la experiencia general de los espectadores.

El principal obstáculo para la transformación digital en México radica en el lento progreso en la adopción de nuevas tecnologías. Los Centros de Datos Edge son cruciales para la transferencia eficiente de datos dentro y fuera de los estadios, siendo un requisito clave para que estos se consideren "inteligentes". Además, se necesita una infraestructura de red robusta que pueda soportar desafíos climáticos y ambientales, garantizando así la continuidad en los servicios de red.

Los estadios inteligentes ofrecen numerosas ventajas, desde mejorar la seguridad hasta optimizar los procesos comerciales. Los sistemas de audio y video avanzados permiten un mejor control y gestión de los asistentes, utilizando tecnologías como el reconocimiento facial y protocolos de emergencia. En el aspecto comercial, la señalización digital no solo provee información valiosa, sino que también genera ingresos a través de la publicidad. La integración de estos sistemas simplifica los procesos, optimiza los recursos y reduce los costos operativos.

La transformación digital no beneficia únicamente a los estadios, sino también a lugares de convivencia como bares y restaurantes. Sin embargo, el 70% de estos establecimientos enfrentan problemas de conexión y transmisión con sus sistemas de audio y video. En este contexto, la asesoría de expertos es fundamental para optimizar los sistemas de cableado y asegurar una experiencia sin contratiempos para los clientes.

La transformación digital de los estadios en México es una necesidad imperante. A pesar de los desafíos en la adopción de nuevas tecnologías, los beneficios en términos de seguridad, eficiencia y experiencia del usuario son claros. Con la mirada puesta en eventos futuros de gran magnitud, es crucial que México avance en esta transformación para no solo cumplir con los estándares internacionales, sino también para enriquecer la experiencia deportiva en el país. (NotiPress)