En el Círculo de Bellas Artes se alza una exposición que no solo desafía la estética, sino que interpela profundamente la conciencia humana. 'Vidas Minadas, 25 años', una muestra del laureado Gervasio Sánchez, Premio Nacional de Fotografía 2009, encapsula tres décadas de una labor implacable y reveladora: documentar las secuelas de las minas antipersona en las vidas de civiles inocentes. Un viaje visual y emocional que trasciende el arte para convertirse en un testimonio crudo de la realidad bélica.

Si Immanuel Kant, el filósofo de la Paz Perpetua, presenciara hoy este escenario, seguramente se desviaría, horrorizado, de la visión de una humanidad que aún se enreda en las garras de la guerra. Gervasio Sánchez, con la precisión de su lente y la crudeza de sus palabras, no solo captura imágenes, sino que desnuda almas, mostrando el costoso tributo que la guerra impone a la humanidad. En sus propias palabras, la guerra es más que un conflicto; es un "puto gran negocio", una sentencia que resuena con una honestidad brutal en los pasillos del Círculo de Bellas Artes hasta el 21 de abril.

La exposición, un diálogo visual con el libro homónimo publicado en octubre de 2023, da voz a seres como Manuel Orellana, Sofia Elface, y muchos otros cuyas identidades fueron marcadas, no solo por el hierro de las armas, sino por el olvido del mundo. Sus historias, plasmadas en más de un centenar de fotografías, son un recordatorio de que, aunque las guerras puedan declararse terminadas, sus secuelas perduran, implacables y voraces, en forma de minas que siguen cobrando víctimas.

Gervasio Sánchez, más que un fotógrafo, es un cronista de almas. Desde 1997, año en que presentó la primera versión de este proyecto, ha sido el portavoz visual de aquellos que, aunque heridos, han elegido la resistencia y la dignidad frente a la adversidad. A través de su lente, captura no solo el sufrimiento, sino también la resistencia heroica de quienes, a pesar de haber sido marcados por el infortunio, eligen cada día continuar su lucha.

Valerio Rocco, director del Círculo de Bellas Artes, y Paco Martínez de DKV Seguros, destacan la importancia de enfrentar estas realidades, no desde el silencio, sino desde la acción y el compromiso. La muestra de Gervasio Sánchez va más allá de la denuncia; es un llamado a la reflexión y a la acción. En un mundo que parece haberse acostumbrado al estruendo de la guerra, las 'Vidas Minadas' nos recuerdan que hay heridas que no cierran, que hay voces que, aunque silenciadas, nunca deben ser olvidadas.

Gervasio Sánchez, con su cámara y su valentía, no solo documenta la realidad; interpela, cuestiona y desafía. Su trabajo es un recordatorio de que, en medio de la oscuridad de la guerra, hay relatos de resistencia, de dignidad, y sobre todo, de esperanza. 'Vidas Minadas' no es solo una exposición; es un testimonio, un legado, una verdad incuestionable que, a pesar de la indiferencia y el olvido, resuena con fuerza en cada imagen, en cada historia, en cada vida que decide no ser definida por la tragedia, sino por la inquebrantable voluntad de seguir adelante.