La pobreza en Argentina ha alcanzado el 57,4% en enero de 2024, marcando el nivel más alto registrado por la Universidad Católica Argentina (UCA) en dos décadas. Este aumento se ve influenciado por una serie de factores económicos adversos, incluida una inflación rampante que ha afectado duramente a los ciudadanos del país.

La devaluación de la moneda y el aumento en los precios de los productos básicos han sido identificados como los principales impulsores de este alarmante incremento. Según un informe de la UCA, titulado “Estimación de los efectos del Impacto Inflacionario postdevaluación. Escenario a diciembre 2023 y Enero 2024”, aproximadamente 27 millones de personas se encuentran en situación de pobreza en Argentina.

Paralelamente, la indigencia también ha visto un crecimiento significativo, alcanzando el 15% en enero de 2024, lo que representa a 7 millones de personas. Este índice ha seguido una trayectoria ascendente desde el 9,6% en el tercer trimestre de 2023, reflejando un deterioro continuo en las condiciones de vida de una porción considerable de la población.

Para enero, el costo de la canasta básica para una familia tipo en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) se estimó en 596.823 pesos, excluyendo alquileres, lo que subraya la creciente dificultad para cubrir necesidades básicas.

La UCA atribuye el aumento de la pobreza a la falta de ajuste en los ingresos laborales y no laborales, así como a las insuficientes actualizaciones en las canastas de consumo. Además, el informe señala que la indigencia y la pobreza continuarán agravándose debido a la estancación de los salarios, la falta de actualizaciones en el salario mínimo y en las prestaciones por desempleo, junto con una caída general en la actividad económica.

Frente a esta crisis, el Gobierno argentino ha destacado un superávit financiero en enero de 2024, subrayando un compromiso con el "déficit cero". Sin embargo, este logro contrasta fuertemente con la realidad de millones de argentinos que enfrentan condiciones de vida cada vez más precarias.

El informe del Ministerio de Economía de la Nación ofrece una visión detallada del estado financiero del país, destacando un aumento significativo en los ingresos totales del Sector Público Nacional. A pesar de estos datos, la realidad es que el incremento en las erogaciones primarias ha sido menor en comparación con el aumento de los ingresos, un dato que ofrece poco consuelo a aquellos que viven en la pobreza o en la indigencia.

La situación económica y social en Argentina presenta un panorama sombrío para millones de sus ciudadanos. Mientras el gobierno celebra ciertos logros económicos, la realidad en las calles cuenta una historia muy diferente, con un número creciente de personas luchando por satisfacer sus necesidades básicas en medio de una inflación descontrolada y una economía en declive. Este contraste resalta la urgente necesidad de políticas más efectivas que aborden directamente las causas y las consecuencias de la pobreza y la indigencia en Argentina.