En los últimos años, Ecuador ha enfrentado una oleada de violencia y criminalidad sin precedentes. La fuga de Adolfo Macías Villamar, alias “Fito”, de una prisión en Guayaquil, marcó el inicio de un período de gran inestabilidad y violencia en el país. Este artículo ofrece un análisis profundo de los eventos recientes, las causas subyacentes y las posibles soluciones a la crisis de seguridad en Ecuador.

Ecuador ha experimentado la llegada de mafias transnacionales que se han aliado con bandas locales, alterando significativamente el panorama criminal del país. La costa ecuatoriana, y particularmente la ciudad portuaria de Guayaquil, se han convertido en centros neurálgicos del crimen organizado internacional. Esta situación ha desafiado la capacidad del Estado para mantener el orden y la seguridad.

Ante la escalada de violencia, el presidente Daniel Noboa declaró la existencia de un "conflicto armado interno" y calificó a 22 organizaciones delictivas como "terroristas". El gobierno implementó el "Plan Fénix", que incluye la creación de una nueva unidad de inteligencia, suministro de armas tácticas a las fuerzas de seguridad, construcción de megacárceles y reforzamiento de medidas de seguridad en puertos y aeropuertos.

- Ausencia de Política de Seguridad Efectiva: Expertos como Fernando Carrión de FLACSO y Carla Álvarez del Instituto de Altos Estudios Internacionales de Ecuador señalan la falta de una política de seguridad coherente y efectiva como una causa clave de la crisis actual.

- Desafíos del Sistema Nacional de Inteligencia: Según el coronel en retiro Mario Pazmiño, la falta de un sistema de inteligencia articulado ha impedido una respuesta eficaz del Estado frente al crimen organizado.

- Cambio en la Dinámica de las Organizaciones Criminales: El asesinato de líderes de bandas como “Rasquiña” y el ascenso de otros como “Fito” han alterado el equilibrio entre los grupos criminales, exacerbando la violencia.

La sobreproducción de cocaína en Colombia y Perú, junto con la disminución del consumo en EE.UU. debido al fentanilo, ha llevado a las bandas de narcotraficantes a buscar nuevos mercados y aliarse con grupos locales en Ecuador.

La percepción de Ecuador como una "isla de paz" se ha visto drásticamente alterada por la realidad de la violencia y el narcotráfico. La falta de reconocimiento de esta violencia y la ausencia de políticas adecuadas para contrarrestarla han contribuido al deterioro de la seguridad.

- Necesidad de una Política de Seguridad Integral: Es imperativo desarrollar una política de seguridad integral que aborde no solo la violencia y el crimen organizado, sino también sus causas subyacentes, como la pobreza y la falta de oportunidades.

- Fortalecimiento del Sistema Judicial y de Inteligencia: Reforzar el sistema judicial y mejorar la capacidad de inteligencia son pasos esenciales para combatir efectivamente el crimen organizado.

- Cooperación Internacional: La colaboración con países vecinos y aliados internacionales es crucial para abordar el problema del narcotráfico y la violencia transnacional.

La crisis de seguridad en Ecuador es un problema complejo que requiere soluciones multifacéticas. El fortalecimiento de las instituciones, el desarrollo de políticas efectivas y la cooperación internacional son elementos clave para restaurar la paz y el orden en el país. La situación actual es un recordatorio de que la seguridad es un desafío constante que necesita atención y recursos sostenidos.