El Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, celebrado cada 11 de febrero, es una fecha clave que nos invita a reflexionar sobre el papel fundamental que desempeñan las mujeres en los campos de la Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM). Esta conmemoración no solo busca celebrar los logros de las mujeres científicas sino también poner en relieve los desafíos que enfrentan en su camino hacia la igualdad de género en estas áreas.

En el contexto peruano, la brecha de género en el ámbito científico es una realidad palpable. Según datos del Registro Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica – Renacyt, a febrero del 2023, las mujeres constituyen solo el 31.86% (1937) del total de investigadores científicos en Perú (6079). Esta estadística revela una desigualdad significativa: de cada tres investigadores en el país, apenas uno es mujer. Este desbalance no solo refleja las barreras culturales y estructurales que limitan la participación femenina en ciencia sino también la urgente necesidad de adoptar medidas que promuevan su inclusión y desarrollo en estas disciplinas.

La ingeniera química Sandra Cancino, con casi dos décadas de experiencia en el ámbito científico, es un claro ejemplo de perseverancia y éxito. Durante su carrera, Cancino ha enfrentado y superado los estereotipos de género en un entorno predominantemente masculino. Su trayectoria es un testimonio de los cambios positivos que se han ido gestando con el tiempo, aunque también destaca los retos que aún persisten.

Por otro lado, Alicia Peralta, química con 35 años de experiencia, resalta la importancia de la globalización y la digitalización como factores que han abierto nuevas oportunidades para las mujeres en las ciencias. Peralta enfatiza que, a diferencia de épocas pasadas, hoy las mujeres tienen acceso a una mayor cantidad de recursos e infraestructura para la investigación, lo que facilita su incursión y desarrollo en estas áreas.

La conmemoración del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia es una oportunidad para visibilizar la importancia de incrementar la presencia femenina en STEM. Es crucial fomentar políticas y programas que apoyen la educación y formación de mujeres y niñas en estas disciplinas, así como promover un entorno más inclusivo y equitativo en el mundo académico y profesional.

La creación de referentes femeninos en ciencia es fundamental para motivar a las próximas generaciones de mujeres a explorar estas áreas de conocimiento. Historias como las de Sandra Cancino y Alicia Peralta sirven de inspiración para niñas y jóvenes que sueñan con contribuir al avance científico y tecnológico. Es imperativo continuar trabajando para eliminar los obstáculos que enfrentan las mujeres en ciencia y garantizar que cada niña y mujer que aspire a ser científica tenga las herramientas y el apoyo necesario para alcanzar sus metas.

En suma, el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia no solo es una fecha para celebrar los logros alcanzados sino también para reflexionar sobre los desafíos pendientes. A través de la educación, la visibilización y el apoyo continuo, podemos avanzar hacia una sociedad donde la igualdad de género en ciencia sea una realidad y no solo una aspiración.