En una medida sin precedentes, Ecuador ha desplegado más de 50,000 policías en todo el país en anticipación al feriado de carnaval, un evento que marca uno de los períodos festivos más esperados del año. Este despliegue masivo de seguridad se produce en un contexto donde la seguridad ciudadana y la prevención de actos delictivos se han convertido en una prioridad para las autoridades locales y nacionales.

El gobierno, liderado por el presidente Daniel Noboa, ha otorgado a los municipios la autoridad para aprobar o rechazar la realización de eventos masivos durante el carnaval, que se extiende desde el viernes hasta el martes 13 de febrero. Los esfuerzos de seguridad se centrarán en lugares de gran concurrencia como plazas, parques, playas y terminales de transporte, con especial atención en 38 ciudades clave como Quito, Guayaquil, Manta, Quevedo, Santo Domingo y Babahoyo, esperando una mayor afluencia de turistas.

Los horarios de toque de queda, una medida implementada para controlar el movimiento y garantizar la seguridad, varían según el municipio, reflejando la estrategia del gobierno de adaptar las restricciones a las condiciones locales. En este contexto, algunas ciudades han cancelado eventos municipales, mientras que otras han mantenido sus celebraciones con modificaciones, como es el caso de Ambato, que ha retrasado su tradicional Fiesta de la Fruta y de las Flores.

El director de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional, Freddy Goyes, destacó que, además del patrullaje y la presencia policial en las calles, las operaciones en las cárceles y contra el crimen organizado continuarán sin interrupción durante el feriado. Esta declaración subraya la determinación de las autoridades de combatir el crimen organizado, especialmente en un momento en que Ecuador enfrenta un conflicto armado interno, exacerbado por recientes actos de violencia y terrorismo.

Este despliegue de seguridad es una respuesta directa a la situación de inseguridad que vive el país, con el objetivo de asegurar que los ciudadanos y turistas puedan disfrutar de las festividades de carnaval en un ambiente seguro y tranquilo.

En otro frente, la inseguridad en Ecuador ha movilizado a las comunidades indígenas, quienes han organizado marchas en varias provincias para protestar contra la violencia y exigir medidas efectivas para su protección. Estas movilizaciones reflejan la creciente preocupación de las comunidades por la seguridad en sus territorios y la demanda de una acción gubernamental más firme contra las amenazas que enfrentan.

Antes de su viaje a Estados Unidos, el presidente Daniel Noboa convocó una mesa de seguridad, demostrando la prioridad que su administración le otorga a la lucha contra la inseguridad y el crimen organizado. Esta reunión subraya el compromiso del gobierno en buscar soluciones y colaboración internacional para enfrentar los desafíos de seguridad que afectan al país.

Además de los temas de seguridad, Ecuador reconoce la importancia de la cultura y la tradición en el desarrollo socioeconómico. Un proyecto destacado en este ámbito es “Trazos Libre”, cofinanciado por la Unión Europea y el Instituto Camões de Portugal, que busca empoderar a las comunidades locales a través de la cultura y la tradición, subrayando el papel vital que juegan en el desarrollo y bienestar de la sociedad.

Este enfoque integral, que combina seguridad con desarrollo cultural y socioeconómico, refleja la estrategia del gobierno ecuatoriano para crear un entorno más seguro, próspero y culturalmente rico para todos sus ciudadanos.