Haití, el país más pobre del hemisferio occidental, enfrenta una grave crisis humanitaria exacerbada por la violencia de las bandas criminales. El impacto devastador de esta situación ha llevado a aproximadamente 170.000 niños y niñas a abandonar sus hogares, según informes del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef). Esta cifra, alarmantemente alta, se ha duplicado con respecto al año anterior, destacando el deterioro acelerado de las condiciones en el país.

De los 314.000 desplazados internos en Haití, la mitad se estima que son niños y niñas. Muchos de ellos, junto con sus familias, han tenido que huir de zonas como Puerto Príncipe y el departamento de Artibonite. En solo dos semanas, se han registrado más de 2.500 nuevos desplazados debido a los enfrentamientos violentos. Las comunidades de acogida y los servicios sociales están abrumados por la creciente demanda de recursos y apoyo.

La infancia en Haití se ve gravemente afectada por esta crisis. Según Bruno Maes, representante de Unicef en Haití, los niños y las niñas están expuestos a "oleadas incesantes de violencia brutal". Muchos de ellos se encuentran atrapados en fuego cruzado, enfrentan el riesgo de reclutamiento forzoso por bandas armadas, y sufren la interrupción de su educación debido al cierre de escuelas. Además, el acceso a servicios básicos como la salud y la educación está siendo gravemente obstaculizado.

Ante esta situación desesperada, Unicef y sus socios están brindando asistencia vital a los niños y niñas afectados. Esto incluye acceso a cuidados médicos, apoyo psicosocial y la creación de espacios seguros para su recuperación. Unicef ha hecho un llamado a la comunidad internacional para actuar y proporcionar un futuro más prometedor y seguro para los jóvenes de Haití. Para el año 2024, se estima que tres millones de niños y niñas necesitarán ayuda humanitaria en Haití.

La crisis en Haití se ve agravada por una situación política y económica ya de por sí complicada. La violencia de las bandas criminales se ha intensificado tras el asesinato del expresidente Jovenel Moïse en julio de 2021. Además, recientemente se ha emitido una orden de arresto contra Martine Moïse, viuda del expresidente, en relación con el magnicidio.

La crisis humanitaria en Haití representa un desafío enorme y multidimensional. Con miles de niños y niñas desplazados y una situación de violencia que no muestra signos de disminuir, es imperativo que la comunidad internacional intensifique sus esfuerzos para brindar apoyo y buscar soluciones sostenibles a esta crisis que sigue consumiendo vidas y esperanzas.