En un mundo donde los desafíos económicos se entrelazan con tensiones políticas, Cuba se encuentra en una encrucijada crucial. El Primer Ministro cubano, Manuel Marrero, ha destacado recientemente el firme compromiso de la isla caribeña por revitalizar su economía, enfrentándose a lo que describe como un contexto hostil marcado por el bloqueo impuesto por Estados Unidos. En este escenario, el país no solo busca sobrevivir sino también prosperar, diversificando sus mercados y buscando alternativas innovadoras para mantener a flote su proyecto socialista.

Marrero, en su reciente visita a España, compartió las prioridades de Cuba para enfrentar el recrudecimiento del cerco económico de Washington, el cual, según él, se ha intensificado con la crisis global y los conflictos actuales. Puntualizó que, si bien la situación es adversa, existe una oportunidad latente: la eliminación de Cuba de la lista de países que, según EE. UU., colaboran con el terrorismo, abriría las puertas a créditos bancarios esenciales para el desarrollo económico de la isla.

El Gobierno cubano, según Marrero, está enfocado en implementar una serie de estrategias diseñadas para corregir distorsiones económicas y promover un crecimiento sostenido. Entre las iniciativas destacan la estabilización macroeconómica mediante la actualización de precios y la descentralización, el incremento y diversificación de los ingresos en divisas a través del estímulo a las exportaciones, y el aumento de la producción nacional para alcanzar la soberanía alimentaria.

Además, el perfeccionamiento del sistema empresarial y el desarrollo territorial son parte del plan de acción, sin dejar de lado el impulso al sector privado, evidenciado en la creación de más de 10 mil micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) y el fomento del trabajo por cuenta propia, que ya suma 579 mil 533 trabajadores.

La agenda del gobierno también incluye políticas sociales de protección a los más vulnerables, optando por subsidiar a personas en lugar de productos, y una lucha constante contra la corrupción, las ilegalidades y la indisciplina social. El contacto permanente con el pueblo, la promoción del empoderamiento femenino y la lucha contra toda forma de discriminación y racismo, se destacan entre las prioridades de la administración de Marrero.

Un aspecto preocupante para el futuro de Cuba es la demografía, ya que el país experimenta un decrecimiento poblacional debido al envejecimiento de su población. En respuesta, el gobierno se enfoca en la atención a la niñez, adolescencia y juventud, y en la creación de nuevos empleos, con el objetivo de forjar un futuro próspero y sostenible para las próximas generaciones.

Este panorama dibuja un cuadro de determinación y resiliencia por parte de Cuba, en su empeño por superar los obstáculos y reimaginar su economía. Con una estrategia multifacética que abarca desde la estabilización macroeconómica hasta el empoderamiento social, Cuba se esfuerza por adaptarse y avanzar a pesar de las adversidades, manteniendo vivo su proyecto socialista en un mundo en constante cambio.