La economía peruana, tras enfrentar desafíos significativos en los últimos años, muestra señales de recuperación en el horizonte de 2024. Según declaraciones del gerente central de Estudios Económicos del Banco Central de Reserva (BCR), Adrián Armas, se anticipa que el primer trimestre del año marcará un punto de inflexión positivo. Esta perspectiva surge después de cuatro trimestres consecutivos de declive a lo largo de 2023, un año particularmente complicado para el país.

Uno de los indicadores más alentadores de este cambio de rumbo es el aumento en el consumo interno de cemento, un sector directamente vinculado con la construcción. Este dato es particularmente relevante porque la industria de la construcción a menudo actúa como un termómetro de la salud económica general, debido a su capacidad para generar empleo y estimular el consumo de una amplia gama de productos y servicios.

A pesar de que el BCR mantiene la proyección de que la economía peruana experimentó una contracción del 0.5% en el año anterior, la anticipación de resultados positivos para el primer trimestre representa una luz al final del túnel. Se espera que el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) brinde cifras oficiales el 15 de febrero, las cuales podrían confirmar esta tendencia al alza.

Desde 2021, Perú ha atravesado un periodo récord de baja confianza empresarial, exacerbado por la inestabilidad política, conflictos sociales, y desafíos climatológicos. Estos factores, en conjunto, han creado un ambiente de incertidumbre que ha repercutido negativamente en la inversión y el crecimiento económico.

Sin embargo, Armas señala una proyección optimista hacia una recuperación gradual de la confianza empresarial. Esta mejora es crucial para el desarrollo económico, ya que una mayor confianza entre los empresarios puede traducirse en un aumento de las inversiones y, por ende, en la creación de empleo y el impulso de la economía.

La recuperación económica de Perú se vislumbra como un proceso gradual que requerirá de la consolidación de la estabilidad política y social. El BCR subraya la importancia de fortalecer los indicadores económicos y recuperar la confianza de los inversores y empresarios para garantizar un crecimiento sostenible.

La anticipación de un primer trimestre positivo en 2024 es un indicador prometedor, pero el camino hacia una recuperación completa será complejo y estará lleno de desafíos. Será fundamental para Perú mantener un enfoque estratégico que incluya políticas económicas sólidas, la promoción de la estabilidad y la implementación de medidas que fomenten la inversión y el desarrollo.

La perspectiva económica de Perú para el primer trimestre de 2024 ofrece un rayo de esperanza tras un periodo prolongado de contracción económica. La recuperación del consumo interno de cemento y la proyección de una gradual recuperación de la confianza empresarial son indicativos de que el país está en camino de superar los desafíos que ha enfrentado en los últimos años. El éxito de estos esfuerzos no solo depende de las políticas económicas implementadas por el gobierno y el BCR, sino también de la capacidad del país para mantener un ambiente político y social estable que favorezca la inversión y el crecimiento económico.