En el actual contexto global, el compromiso con la descarbonización y la transición hacia energías renovables es más imperativo que nunca. México, con su rica dotación de recursos naturales, se posiciona como un escenario propicio para liderar esta transformación energética. Empresas como Iberdrola México se han colocado en la vanguardia de este movimiento, enfocando sus esfuerzos en el desarrollo de soluciones de energía limpia y renovable.

México se destaca por su ubicación dentro del cinturón solar, recibiendo una irradiación solar promedio de 5 kilovatios por metro cuadrado diario. Esta condición, sumada a áreas con vientos constantes e intensos, ofrece un panorama ideal para la implementación de proyectos de energía solar y eólica. La demanda energética del país, que crece a un ritmo del 3% anual, junto con los objetivos globales de descarbonización, subrayan la necesidad urgente de ampliar la capacidad de generación de energía renovable. Según proyecciones, México tiene el potencial de instalar hasta 32,307 GW de capacidad renovable, lo cual no solo promete satisfacer la creciente demanda de energía sino también impulsar la economía a través de la creación de empleo y el fortalecimiento de la seguridad energética.

Iberdrola México emerge como un actor clave en este escenario, con una cartera de más de 35 proyectos que suman una capacidad de 9,000 megavatios y se extienden por 14 estados del país. Estos proyectos no solo apuntan a transformar el panorama energético nacional, sino también a contribuir al desarrollo económico y social. La transición energética, según Iberdrola México, va más allá de la generación de energía limpia; se trata de crear un tejido industrial local robusto y generar empleos de alta calidad.

México se ha comprometido a que, para este año, el 35% de su generación eléctrica provenga de fuentes limpias. Para alcanzar este objetivo, Iberdrola México ha adoptado una metodología innovadora para acelerar el desarrollo de proyectos renovables, que incluye la prospección, originación y gestión de cartera. Además, la compañía pone un énfasis especial en el análisis del impacto social y ambiental de sus proyectos, reafirmando su compromiso con el bienestar de las comunidades locales.

La tendencia del nearshoring, impulsada por las condiciones geopolíticas y económicas actuales, representa una oportunidad única para México. Aprovechar esta tendencia no solo requiere de una infraestructura energética eficiente y sostenible, sino también de un compromiso con la energía limpia. Iberdrola México, con su experiencia global y capacidades tecnológicas, se posiciona como un socio estratégico en este proceso, buscando maximizar el potencial del nearshoring a través de la generación de energía renovable.

La transición hacia una economía baja en carbono es una necesidad urgente y una oportunidad de desarrollo. Iberdrola México, a través de su compromiso con la energía renovable y su sólida cartera de proyectos, juega un papel crucial en este cambio de paradigma. Con iniciativas que abarcan desde la generación de energía limpia hasta la creación de empleo de alta calidad, la empresa no solo contribuye al cumplimiento de los compromisos ambientales de México sino también al fortalecimiento de su economía y la independencia energética del país. En el horizonte, se vislumbra un futuro energético prometedor para México, marcado por la sostenibilidad, la innovación y el progreso social.