El reciente cambio en el Gabinete Ministerial, específicamente en la cartera de Economía, ha marcado un punto de inflexión en la política económica del país. Con la salida del Sr. Alex Contreras y la entrada del Sr. José Arista, se abre una ventana de oportunidad para abordar y, potencialmente, redireccionar el curso de acciones en áreas críticas que impactan directamente en la vida de millones de ciudadanos. 

Una de las herencias más polémicas de la gestión anterior es el manejo de los fondos del FONAVI, ascendentes a S/ 2,400 millones. La decisión de permitir que los bancos comerciales continúen beneficiándose de altos intereses con estos fondos, en lugar de distribuirlos entre los dos millones de aportantes o sus beneficiarios, ha generado un amplio descontento. Esta situación, que roza los derechos ciudadanos de larga data, requiere de una explicación clara y una acción decidida que ponga los intereses de los ciudadanos por encima de los financieros.

La posición contraria al séptimo retiro de los fondos AFP ha sido otro punto de fricción. La justificación de que el retiro perjudica a las AFP ignora una realidad más amplia: estos fondos provienen de descuentos mensuales del 13.5% a los trabajadores, muchos de los cuales enfrentarán pensiones insuficientes. La necesidad de revisar esta política es urgente para asegurar que el sistema beneficie equitativamente a todos los involucrados.

El aumento del sueldo mínimo ha sido etiquetado de populista, una postura que ignora las difíciles condiciones de vida de aproximadamente 1.5 millones de familias que subsisten con S/ 1,025.00. Esta etiqueta no solo es despectiva sino que también desvía la atención de la necesidad de implementar políticas que aseguren un ingreso digno para todos, especialmente para los sub-empleados y aquellos que reciben menos del mínimo.

El fracaso en concretar el aumento de la pensión mínima ONP de S/ 500.00 a S/ 600.00 refleja una desconexión entre las promesas políticas y su ejecución. Este tema, vital para los adultos mayores, requiere de una revisión seria y compromisos reales que trasciendan las promesas electorales.

El Bono de Reconocimiento (BdR) es otro tema de disputa. Contrario a la visión del MEF, el BdR es un derecho adquirido por los trabajadores. La oposición a su devolución, manifestada a través de un recurso de inconstitucionalidad, plantea un debate sobre la sostenibilidad del Sistema Nacional de Pensiones frente a los derechos de los aportantes.

Interesantemente, el Sr. José Arista no es ajeno a decisiones audaces, como lo demuestra su actuación en el año 2000 permitiendo el retiro de fondos AFP hasta por 4 UITs, frente a la oposición de las AFP. Este precedente, junto con la necesidad de abordar la problemática de los corredores de seguros, sometidos a barreras burocráticas, configura un escenario en el que el nuevo ministro tiene la oportunidad de marcar una diferencia significativa.

La entrada del Sr. Arista al Ministerio de Economía no solo es un cambio de nombre en la puerta de la oficina. Representa una posibilidad de replantear políticas económicas con un enfoque más humano, justo y equitativo. La expectativa es alta, y los desafíos, numerosos. Sin embargo, la historia nos muestra que con voluntad política y un enfoque centrado en el bienestar de los ciudadanos, es posible transformar desafíos en oportunidades. La gestión del Sr. Arista está ahora bajo la lupa, no solo de los expertos y políticos, sino de todos aquellos cuyas vidas están influenciadas por las decisiones que se tomen desde su despacho. La esperanza de muchos es que esta nueva etapa traiga consigo cambios profundos y positivos en la política económica del país.