Febrero se perfila como un mes de marcadas variaciones climáticas en Argentina, con un pronóstico que anticipa desde períodos secos hasta la esperada vuelta de las lluvias, lo que representa un interés particular tanto para el sector agrícola como para la población en general. En este artículo, exploraremos el pronóstico meteorológico para la segunda quincena de febrero, proporcionando un análisis claro y comprensible de lo que podemos esperar en cuanto a lluvias y temperaturas en diferentes regiones del país.

La segunda mitad de febrero comienza con una notable ausencia de precipitaciones en gran parte de Argentina, un fenómeno atribuido al dominio de altas presiones. Esta condición climática resulta en una marcada escasez de lluvias, especialmente en el centro y noreste del país. Sin embargo, no todo el territorio se ve afectado de igual manera; regiones como Cuyo y partes del NOA se encuentran ante la expectativa de lluvias superiores a lo normal, caracterizadas por tormentas durante las tardes y noches.

En términos de temperaturas, la primera semana de esta quincena trae consigo promedios ligeramente inferiores a lo habitual en el centro y noreste de Argentina, mientras que el oeste del país y la Patagonia central y norte experimentarán temperaturas significativamente más altas, superando los 37 °C en algunas áreas.

La segunda semana, que comprende del 22 al 29 de febrero, se anticipa como un período crucial para el retorno de las precipitaciones en el centro y norte de Argentina. Esta previsión es especialmente relevante para el sector agrícola, que depende de estas lluvias para el desarrollo de sus cultivos. El modelo CFS, en sus previsiones a mediano plazo, sugiere que esta última parte del mes marcará una transición hacia condiciones más húmedas, ofreciendo un respiro tras las semanas secas anteriores.

En cuanto a las temperaturas, se espera que la última semana de febrero presente valores más bajos de lo normal en gran parte del país, con especial énfasis en las regiones de Buenos Aires, La Pampa y Córdoba, donde se anticipa un descenso significativo. No obstante, el norte del país todavía podría experimentar temperaturas algo superiores a lo habitual.

Este panorama de variabilidad climática no solo afecta al sector agrícola sino que también tiene implicaciones en la gestión de recursos hídricos, la demanda de energía y la planificación de actividades al aire libre. La precisión en las previsiones meteorológicas es fundamental para que estos sectores puedan anticiparse y adaptarse a las condiciones cambiantes, minimizando los posibles impactos negativos.

La segunda quincena de febrero se presenta como un período de transición climática en Argentina, con una primera semana seca seguida por una promesa de lluvias que son cruciales para diversos sectores. Este escenario refleja la importancia de contar con pronósticos meteorológicos precisos y la necesidad de adaptación frente a la variabilidad climática. A medida que avanzamos hacia el final del mes, será crucial mantenerse informado y preparado para los cambios que el clima pueda presentar.