El pasado viernes, Chile vivió un momento histórico y emotivo con el último adiós al expresidente Sebastián Piñera, marcado por un duelo nacional de tres días que culminó con una misa y un funeral de Estado en la catedral de Santiago. Este evento no solo congregó a la clase política del país, sino que también se convirtió en un punto de encuentro para miles de ciudadanos que, a pesar del calor y las largas esperas, acudieron al antiguo Congreso Nacional para rendir homenaje a quien fuera líder del país en dos ocasiones.

El presidente Gabriel Boric, encabezando el homenaje, destacó el carácter democrático de Piñera y su contribución a la transición y consolidación de la democracia en Chile. Boric subrayó la apertura de Piñera hacia una derecha moderna, democrática y liberal, enfocada en el diálogo y el bienestar general del país. A pesar de las diferencias políticas, el presidente reconoció el valor de la ayuda y el consejo de Piñera, especialmente en momentos de crisis nacional.

La ceremonia contó con la presencia de figuras políticas destacadas, como el expresidente Eduardo Frei, quien también alabó el compromiso democrático de Piñera. Los asistentes al evento no solo ovacionaron a la familia Piñera, sino que también mostraron su aprecio por la gestión del funeral por parte de Boric, quien ha sido elogiado por su enfoque inclusivo y conciliador en este momento de luto nacional.

Este funeral de Estado se suma a los momentos históricos de Chile, siendo el segundo de su tipo desde la vuelta a la democracia, después del del expresidente Patricio Aylwin. La nación entera se unió en el recuerdo de Piñera, cuyo mandato estuvo marcado por eventos significativos como el rescate de los 33 mineros en la mina San José, un hito que demostró la capacidad de superación y unidad del pueblo chileno.

Luis Urzúa, representando a los mineros rescatados, recordó este logro durante la misa, destacando el papel de Piñera en "el milagro de los 33". Este acto, junto con el emotivo discurso de uno de sus nietos, León Piñera, subrayaron el impacto personal y político del expresidente en la nación.

Piñera, empresario y político, dejó una huella profunda en la historia reciente de Chile, desde su liderazgo durante la reconstrucción post-terremoto en 2010 hasta su gestión del estallido social y la pandemia de COVID-19. Su presidencia fue un período de contrastes, con logros significativos en materia de salud pública y vacunación, pero también marcado por críticas y controversias relacionadas con los derechos humanos.

Más allá de sus políticas, Piñera será recordado por su intento de posicionar a Chile en un camino hacia la moderación y el diálogo político, así como por su reconocimiento de los errores del pasado durante la dictadura de Pinochet, donde se refirió a la existencia de "cómplices pasivos".

El legado de Sebastián Piñera, así, se entrelaza con la historia de Chile, una nación que continúa su camino hacia la reconciliación y el progreso, recordando tanto los logros como las lecciones del pasado. Su despedida no solo marca el fin de una era, sino que también refleja el espíritu resiliente de un país que, a pesar de las diferencias, se une en momentos de duelo nacional para honrar a quienes han servido a la patria.