El Perú enfrentó una recesión en el 2023, marcada por el impacto de los conflictos sociales y el fenómeno de El Niño Estos factores contribuyeron a una contracción económica continua, afectada además por el deterioro de la inversión privada. Los datos oficiales confirmaron una caída del 0.6% en el producto bruto interno (PBI), una tendencia negativa que no logró revertirse a pesar de las festividades de fin de año y las expectativas empresariales negativas.

Al desglosar los resultados por trimestre, se evidencia una disminución progresiva en el crecimiento económico Cada periodo refleja cómo los conflictos y El Niño impactaron inicialmente y cómo la inversión privada continuó su descenso. Entre enero y marzo de 2023, la economía se contrajo un 0.4%, seguido de caídas en los trimestres siguientes, culminando en una disminución del 0.4% en el último trimestre del año.

La demanda interna se vio afectada significativamente, registrando una caída del 0.5% interanual en el cuarto trimestre de 2023 Esta disminución fue impulsada por la caída de la inversión privada y un crecimiento débil del consumo privado. A pesar de un ligero aumento en el gasto público, la demanda interna experimentó una tendencia negativa durante cuatro trimestres consecutivos, retrocediendo un 1.7% al cierre del año.

Con la llegada del 2024, hay esperanzas de una mejora en la economía peruana, especialmente a partir de febrero El ministro de Economía y Finanzas sugiere que la primera mitad del año podría mostrar un "rebote", anticipando una recuperación más sólida hacia la segunda mitad. Sin embargo, Scotiabank advierte que el crecimiento podría variar a lo largo del primer trimestre, con febrero posicionándose como el mes con mayor expansión esperada. No obstante, los feriados de Semana Santa en marzo podrían representar un obstáculo para este avance, dada la reducción de días laborales comparado con el mismo trimestre del año anterior.

A pesar de los retos enfrentados en el 2023, las proyecciones para el 2024 ofrecen un vislumbre de esperanza para la economía peruana. La combinación de políticas enfocadas en estimular la demanda interna y mejorar la inversión privada será crucial para superar los obstáculos y encaminar al país hacia un periodo de recuperación sostenible. La capacidad de adaptarse y responder a estos desafíos no solo determinará la rapidez de la recuperación, sino también la resiliencia de la economía peruana frente a futuras adversidades.