Odebrecht, una de las principales empresas de ingeniería y construcción de América Latina, ha sido el centro de un escándalo internacional de corrupción de gran magnitud. Bajo la dirección de Marcelo Odebrecht, nieto del fundador de la compañía, Odebrecht experimentó un crecimiento significativo, aumentando sus ingresos anuales de 17,5 mil millones de dólares en 2008 a 45,8 mil millones en 2014. Esta expansión fue impulsada no solo por la obtención exitosa de proyectos de gran envergadura, sino también por una operación masiva de sobornos. La empresa estableció una unidad especializada, conocida como la División de Operaciones Estructuradas, que gestionaba estos pagos ilícitos. A pesar de las afirmaciones de la empresa de que no todos los pagos de esta división eran sobornos, la evidencia sugiere lo contrario, involucrando proyectos en varios países de América Latina【6†fuente】.

La implicación de Odebrecht en el escándalo de corrupción tuvo un impacto sustancial en sus operaciones y reputación. Tras llegar a un acuerdo con las autoridades brasileñas, la compañía pagó unos 700 millones de dólares en multas relacionadas con la investigación Lava Jato o "Operación Lavado de Autos". Este acuerdo permitió a Odebrecht volver a participar en licitaciones para proyectos gubernamentales y obtener crédito en Brasil. A pesar de la caída de sus ingresos y de la reducción de su plantilla, Odebrecht ha buscado reconstruir su cartera de proyectos y su reputación【7†fuente】.

La investigación "Bribery Division" del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) reveló detalles adicionales sobre la División de Operaciones Estructuradas de Odebrecht, exponiendo pagos secretos relacionados con varios proyectos de infraestructura importantes en América Latina. Estos pagos ocultos estuvieron vinculados a proyectos en países como la República Dominicana, Perú, Ecuador y Panamá【8†fuente】.

Marcelo Odebrecht, ejecutivo de la compañía, fue condenado en 2016 a 19 años de prisión por su participación en el pago de sobornos. Además, la investigación de Lava Jato expandió su enfoque a la corrupción relacionada con la empresa estatal brasileña Petrobras. Esta operación, que comenzó como una investigación sobre lavado de dinero, llevó al arresto y condena de numerosos políticos y funcionarios en varios países de América Latina【9†fuente】.

El caso de Odebrecht ha sido un ejemplo emblemático del alcance y la gravedad de la corrupción en América Latina, afectando no solo a la empresa sino también a gobiernos y políticos de la región. La compañía ha buscado cooperar con las autoridades en múltiples países para reducir las sanciones y continuar operando mientras reestructura sus deudas. Sin embargo, el escándalo ha tenido un impacto profundo en su situación financiera y en su imagen pública.