La industria turística en Brasil representa una parte significativa de la economía del país, contribuyendo con el 8% de su Producto Interno Bruto (PIB). Esta cifra destaca la importancia del sector, superando incluso a industrias tradicionales como la del petróleo, que aporta el 12% al PIB. Marcelo Freixo, presidente de Embratur, la empresa pública encargada de la promoción internacional del turismo de Brasil, ha enfatizado este punto en su reciente participación en la feria de turismo internacional Fitur en Madrid.

La estrategia de Embratur bajo la dirección de Freixo se centra en el "afroturismo", una iniciativa que busca revalorizar y celebrar el rico legado africano de Brasil. El país, con un 10,6% de su población considerándose negra y un 45,3% mestiza, según datos oficiales de 2022, tiene una profunda conexión con África que se refleja en su cultura, historia y demografía. El afroturismo no solo se presenta como una lucha contra el racismo, sino también como una forma de generar empleo y renta, especialmente para la población negra del país.

Este enfoque pone de relieve la importancia de la historia y la cultura africanas en la identidad brasileña. Lugares como Rio de Janeiro, Salvador, Maranhão, Minas Gerais y Fortaleza son ejemplos de cómo la historia negra ha modelado el país. Freixo insiste en que el turismo gestionado y representado por personas negras no solo enriquece la experiencia turística, sino que también contribuye a una comprensión más profunda y respetuosa de la historia de Brasil.

La reciente vuelta al poder del presidente Lula da Silva ha tenido un impacto significativo en el turismo brasileño, según Freixo. El cambio de gobierno, tras la administración de Jair Bolsonaro, marcada por controversias en el ámbito de las relaciones internacionales y la gestión ambiental, ha contribuido a una mejora en la percepción internacional de Brasil. La presencia de Lula da Silva al frente del país ha sido un factor clave para aumentar la afluencia de turistas, alcanzando e incluso superando las cifras previas a la pandemia. 

Una de las metas de Embratur es asegurar que el turismo no solo beneficie a los visitantes, sino que también sea una solución para los problemas locales. Freixo subraya la importancia de un turismo integrador, que no diferencie entre brasileños y extranjeros, sino que ofrezca una experiencia enriquecedora para todos, residentes y visitantes por igual. Este enfoque busca un equilibrio donde el turismo sea sostenible y respetuoso con el entorno y la cultura locales.

La estrategia de turismo de Brasil, con un enfoque en el afroturismo y respaldada por un cambio político favorable, representa una oportunidad única para explorar y celebrar la diversidad cultural del país. Al mismo tiempo, se busca generar un impacto económico positivo, especialmente en comunidades históricamente marginadas. La visión de Embratur, bajo la dirección de Marcelo Freixo, es un ejemplo de cómo el turismo puede ser un motor de desarrollo económico, cultural y social, respetando y valorizando la riqueza histórica y cultural de un país.